La albahaca, con su aroma embriagador y su sabor único, es una de las hierbas más populares en la cocina de todo el mundo. Cultivar albahaca en casa es una experiencia gratificante que no solo te proporciona un suministro constante de esta deliciosa hierba, sino que también te conecta con la naturaleza y te permite disfrutar de la frescura y el sabor incomparable de la albahaca recién cosechada.
Paso 1:
Antes de comenzar a cultivar albahaca en casa, es importante preparar el espacio adecuado y el suelo adecuado para garantizar el crecimiento saludable de la planta.
Espacio:
Encuentre un lugar en su hogar que reciba al menos 6-8 horas de luz solar directa al día. Puede cultivar albahaca en macetas en interiores si no tienes acceso a un jardín al aire libre.
Suelo:
Utilice un suelo bien drenado y fértil con un pH ligeramente ácido, entre 6.0 y 7.5. Añada compost o materia orgánica al suelo para mejorar su estructura y nutrientes.
Paso 2:
Puede cultivar albahaca a partir de semillas o plantones, dependiendo de sus preferencias y disponibilidad.
Semillas:
Si decide sembrar albahaca desde semillas, elija variedades de albahaca como Genovesa, Thai, Limón o Canela.
Siembre las semillas directamente en el suelo o en macetas poco profundas, a una profundidad de 1/4 a 1/2 pulgada.
Mantenga el suelo húmedo pero no saturado y coloque las macetas en un lugar cálido y soleado.
Plantones:
Los plantones de albahaca están disponibles en centros de jardinería y viveros locales.
Transplanta los plantones en macetas o en el suelo preparado, asegurándote de mantener una distancia de al menos 8-10 pulgadas entre cada planta.
Paso 3
Una vez que hayas sembrado las semillas o transplantado los plantones, es importante proporcionar el cuidado adecuado para asegurar el crecimiento saludable de la albahaca.
Riego:
Mantenga el suelo uniformemente húmedo, pero evite el encharcamiento.
Riegue la albahaca por la mañana temprano para permitir que las hojas se sequen antes de la noche.
Luz y temperatura:
Coloque las plantas de albahaca en un lugar que reciba al menos 6-8 horas de luz solar directa al día.
La albahaca prefiere temperaturas cálidas, entre 65°F y 85°F (18°C y 30°C).
Fertilización:
Fertilice las plantas de albahaca cada 4-6 semanas con un fertilizante equilibrado o un fertilizante orgánico soluble en agua.
Poda:
Pode regularmente la albahaca para promover un crecimiento compacto y prevenir la floración prematura.
Recoja las hojas superiores con regularidad para fomentar el crecimiento continuo de nuevas hojas.
Paso 4:
La albahaca está lista para cosechar cuando las plantas alcanzan una altura de 6-8 pulgadas y tienen hojas maduras.
Cosecha:
Corte las hojas de albahaca con tijeras afiladas, comenzando por las hojas superiores.
Corte las hojas individualmente o cosecha toda la planta cortando los tallos principales justo por encima de un par de hojas.
Almacenamiento:
Para almacenar albahaca fresca, ubique las hojas en un recipiente con agua como si fueran flores cortadas y guárdelas en el refrigerador.
También puede secar las hojas de albahaca colocándolas en un lugar cálido y bien ventilado hasta que estén crujientes, luego guárdelas en un frasco hermético en un lugar fresco y oscuro.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de Semana.