En el contexto actual de pandemia, la higiene y la desinfección se han convertido en aspectos cruciales para prevenir la propagación de enfermedades. Entre los elementos cotidianos que deben recibir especial atención se encuentra el termómetro, una herramienta esencial para monitorear la salud.

Existen varios métodos para desinfectar un termómetro, y la elección del método adecuado depende de factores como el tipo de termómetro, los materiales involucrados y la disponibilidad de recursos. A continuación, se describen algunos de los métodos más comunes y efectivos:

  • Desinfección con alcohol isopropílico: el alcohol isopropílico es un desinfectante eficaz y ampliamente utilizado. Para desinfectar un termómetro con alcohol isopropílico, se debe sumergir un paño o hisopo en el alcohol y limpiar todas las partes del termómetro, incluyendo la sonda y la pantalla. Es crucial esperar a que el alcohol se evapore por completo antes de volver a utilizar el termómetro.
Agua y jabón para lavar el termómetro. | Foto: &#169 Steven Puetzer/NonStock
  • Desinfección con toallitas desinfectantes: las toallitas desinfectantes son una opción conveniente y fácil de usar. Simplemente, se debe pasar la toallita por todas las partes del termómetro, prestando especial atención a las áreas de contacto. Al igual que con el alcohol isopropílico, es necesario esperar a que el producto se seque antes de utilizar el termómetro.
Es esencial seguir las instrucciones del fabricante para garantizar una desinfección efectiva. | Foto: Libre de derechos
  • Bolsas de desinfección: en el mercado, existen bolsas especialmente diseñadas para desinfectar dispositivos electrónicos, incluidos los termómetros. Estas bolsas utilizan tecnología de desinfección UV-C para eliminar hasta el 99,9 % de gérmenes y bacterias en pocos minutos. Colocar el termómetro dentro de una de estas bolsas puede ser una forma rápida y eficiente de desinfectarlo.

Consejos adicionales y precauciones

Además de conocer los métodos de desinfección, es importante seguir algunos consejos adicionales y precauciones para garantizar que el proceso se realice de manera efectiva y segura:

El termómetro sirve para conocer la temperatura del cuerpo. | Foto: Getty Images
  • Frecuencia de desinfección: la frecuencia con la que se debe desinfectar un termómetro depende de su uso. En entornos clínicos, donde se utiliza con regularidad, se recomienda desinfectar después de cada uso. En el hogar, la desinfección regular, al menos una vez a la semana, es aconsejable.
  • Evitar sustancias agresivas: al elegir un desinfectante, es fundamental evitar sustancias agresivas que puedan dañar el termómetro. Por ejemplo, el uso de blanqueadores o productos químicos corrosivos puede afectar la precisión del dispositivo y comprometer su durabilidad.
  • Manipulación segura: al desinfectar el termómetro, es esencial manipularlo con cuidado. Evitar golpes, caídas o exposición a temperaturas extremas garantiza que el dispositivo funcione correctamente y siga siendo seguro para su uso.
  • Verificar la compatibilidad con desinfectantes: algunos termómetros pueden tener restricciones sobre los desinfectantes que se pueden utilizar. Antes de aplicar cualquier método, es crucial verificar las recomendaciones del fabricante para asegurarse de no dañar el dispositivo.
  • Consideraciones ambientales: en entornos clínicos, donde la desinfección es especialmente crucial, se deben seguir protocolos específicos establecidos por las instituciones de salud. Además, en el hogar, se debe tener en cuenta la presencia de personas con alergias a ciertos desinfectantes, eligiendo métodos que minimicen posibles riesgos.

*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de Semana.