Uno de los elementos que más acumulan bacterias, convirtiéndose en el “refugio” de los ácaros es el colchón y las sábanas. Si no hay una buena higiene y limpieza de los mismos, estos pequeños animales pueden provocar problemas de salud como alergias y salpullidos en el cuerpo.
De acuerdo con información de Mayo Clinic, algunos de los síntomas que suelen presentar las personas con alergia a los ácaros de polvo son constantes estornudos y goteo de la nariz. En otros, la alergia puede complicarse y presentar síntomas graves como asma y dificultad para respirar.
A su vez, Santiago Rojas, médico asesor en descanso para Americana de Colchones, precisó que, “si las calidades, tanto de los tejidos de las almohadas y el colchón no son los adecuados, o si se mantiene por más de siete u ocho años, las posibilidades de tener alergias aumentan considerablemente”.
Volviendo a los principales causantes de estos problemas, los ácaros del polvo doméstico son diminutos insectos que no se pueden ver a simple vista, pero se encuentran en todas partes, ya que su principal alimento son las escamas de la piel y, por lo tanto, los colchones, las cobijas y las almohadas son su hábitat natural.
Este subtipo de arácnidos se encuentran, generalmente, en zonas templadas y relativamente húmedas. Pero, ¿cómo es posible detectar la presencia de estos insectos en el colchón, almohada, sábanas o cobijas, si no es posible verlo a simple vista?
¿Cómo detectar los ácaros?
Mientras el cuerpo descansa, se traspasan al colchón células muertas y residuos del cuerpo, y una de las mejores maneras es reconociendo las siguientes señales de alerta que dejan ver su presencia, según el portal Relax Colchones:
- Picores en la piel sin que exista una causa justificada o un antecedente de alergia.
- Sufrir habitualmente de alergia y que sean más intensos por las noches puede ser un signo de alerta.
- Los ataques de tos en la cama pueden ser otro factor.
- Si la persona presenta sarpullidos en la piel, pueden ser provocados por los ácaros.
- Sentir cansancio.
Por lo anterior, es importante establecer una limpieza periódica dedicada solamente a los colchones que hay en casa. Igualmente, se deben limpiar las fundas de las almohadas y las sábanas.
¿Cómo reducir la presencia de los ácaros?
Para mantener en perfecta condiciones el colchón, las sábanas, las cobijas y almohadas, y libre de los pequeños y molestos insectos, lo ideal es tener en cuenta las siguientes recomendaciones de la fuente citada.
- Ventilar bien la habitación evitará que los ácaros se acumulen en el colchón, eliminando el calor y la humedad acumulados durante una noche de descanso.
- Cambiar y lavar las sábanas, al menos una vez a la semana, es un hábito esencial para mantener lejos los ácaros de la cama, ya que en ellas suele acumularse piel muerta, uno de los alimentos preferidos de estos pequeños seres. Asimismo, Además, hacerlo con agua caliente permitirá conseguir una mayor desinfección.
- Usar protectores tanto para el colchón como para las almohadas, así como lavarlos con frecuencia, ayudará a mantenerlos más limpios y libres de ácaros. Incluso, en el mercado existen protectores que son antiácaros, por lo que puede llegar a ser una buen opción.
- Por último, limpiar la habitación, dejándolo libre de polvo y de cualquier otro tipo de suciedad, es muy importante para alejar los ácaros de las sábanas y el colchón. Incluso, si es posible, refregar los pisos también puede servir.