La mala postura en el trabajo es un problema común que afecta la salud y el bienestar de muchas personas en la actualidad. Pasar largas horas sentados frente a una computadora o en una oficina puede dar lugar a una serie de problemas, como dolor de espalda, cuello y hombros, fatiga y estrés.
Existen recomendaciones de todo tipo para contrarrestar esta situación, luchando por no afectar el organismo o la estabilidad. Lo principal es cuidar los movimientos y el tiempo en que se conserva una posición, de manera que no sea contraproducente.
Lo relevantes es que hay opciones para eliminar una mala postura en el trabajo, posiblemente con algunos cambios en los hábitos y entorno. Aquí se presentarán estrategias efectivas para corregir y prevenir la mala postura en el lugar de oficio, protegiendo detalles del cuerpo que son de importancia.
¿Cómo mejorar la postura en el trabajo?
1. Conciencia postural:
El primer paso para corregir una mala postura es ser consciente de ella. Esto significa prestar atención a la postura mientras trabaja y estar atento a cualquier posición incómoda o inadecuada. Una buena forma de hacerlo es usar un espejo para que pueda ver su postura y ajustarla cuando sea necesario.
2. Configuración ergonómica de la estación de trabajo:
Asegúrese de que su puesto de trabajo esté configurado de manera ergonómica y apta para ejercer labores. Esto implica tener una silla y un escritorio que le permitan mantener una postura neutral y cómoda.
Su silla debe ser ajustable en altura y tener soporte lumbar. El escritorio tiene que estar a la altura adecuada para que sus manos y antebrazos estén paralelos al suelo cuando esté escribiendo o usando una computadora.
3. Silla adecuada:
Invierta en una silla de oficina de calidad que proporcione un buen soporte lumbar y ajustes personalizados. Es importante detallar que la silla se ajuste a la altura adecuada para que sus pies descansen cómodamente en el suelo o en un reposapiés.
Mantenga tus rodillas a la altura de tus caderas o ligeramente por debajo de ellas.
4. Monitor a la altura de los ojos:
Revise que su monitor esté a la altura de los ojos para que no tenga que inclinar la cabeza hacia arriba o hacia abajo. Esto evitará la tensión en el cuello y los hombros. Si es necesario, utilice soportes para elevar el monitor a la altura correcta.
5. Teclado y ratón:
Coloque el teclado y el ratón de forma que sus muñecas estén rectas y sus codos estén cerca de su cuerpo. Mantenga las manos relajadas y paralelas al suelo.
Si es posible, utilice un teclado y un ratón ergonómicos que reduzcan la tensión en las muñecas.
6. Pausas activas:
Realice pausas activas durante la jornada laboral. Levántese, estire los músculos y camine durante unos minutos cada hora. Estas pausas ayudarán a reducir la tensión y mejorarán la circulación sanguínea.
7. Tener una buena alineación:
Cuando se siente en su silla, revise que su espalda esté apoyada en el respaldo de la silla y que su columna vertebral esté en una posición neutra. No se incline hacia adelante. También es importante mantener sus pies planos en el suelo. Evite cruzar las piernas, ya que esto puede afectar negativamente su postura.
8. Usar un cojín lumbar:
Si su silla de oficina no tiene soporte lumbar ajustable, considere usar un cojín lumbar. Estos cojines proporcionan apoyo adicional a la zona lumbar y pueden ayudar a mantener una buena postura.
9. Mantener un equilibrio adecuado:
Distribuya el peso de manera uniforme en ambas piernas al sentarte. No se apoye constantemente en un lado y no recurra a cruzar las piernas, ya que esto puede provocar desequilibrios musculares y afectar su postura.
10. Revisar la postura:
Utilice aplicaciones y dispositivos que puedan recordarle mantener una buena postura. Algunos dispositivos se adhieren a la ropa o se colocan en la silla para emitir una señal cuando detectan una mala postura.