Una buena noche de sueño es esencial para que el cuerpo descanse y recargue su energía para afrontar una nueva jornada. Sin embargo, no todas las personas tienen la misma facilidad para quedarse dormidas tan pronto se van a la cama.
Esta dificultad para conciliar el sueño puede tener múltiples causas. En los casos más extremos, se trata de un trastorno como el insomnio, de manera que resulta oportuno acudir al médico para definir el tratamiento idóneo.
Sobre cómo lograr quedarse dormido más rápido existe un amplio abanico de opciones. Si bien hay productos especializados que propician el sueño, hay quienes prefieren un abordaje natural, optando -por ejemplo- por algunos cambios en su estilo de vida.
La enciclopedia médica MedlinePlus reseña que todo el mundo tiene problemas para dormir en algunas ocasiones. “Pero si esto sucede a menudo, la falta de sueño puede afectar su salud y hacer que sea difícil sobrellevar el día”, advierte.
Con el objetivo de mejorar los hábitos de sueño, la fuente consultada brinda algunos consejos sobre el estilo de vida que puede ayudar a lograr el descanso más eficiente.
Establecer horarios de sueño
- Acostarse y levantarse a la misma hora: este hábito entrena al cuerpo y cerebro para relajarse y prepararse para el sueño.
- Levantarse si no puede dormir: si la persona se mantiene despierta por 15 minutos, puede salir de la cama y dirigirse a otra parte de la casa. De esta forma será menos probable que la cama se convierta en un lugar que provoque estrés.
- Hacer algo tranquilo y relajante: estas actividades también pueden ayudar a que la persona se distraiga del hecho de que no está durmiendo. Una vez se sienta somnolienta, puede volver a la cama.
Disponer de una habitación cómoda
El recinto de descanso es clave para conciliar el sueño. Las siguientes acciones pueden mejorar la comodidad:
- Conseguir un buen colchón: en caso de que el colchón sea disparejo, demasiado suave o demasiado duro, será difícil sentirse suficientemente cómodo para dormir.
- Mantenerse fresco: la temperatura corporal desciende cuando se duerme. Por ello, hay que asegurarse de que la habitación sea lo suficientemente fresca, aunque no tanto como para que predomine el frío.
- Controlar la iluminación: la luz que proviene de la calle, un televisor o el cuarto de al lado, puede hacer que sea difícil mantenerse dormido. Conviene utilizar cortinas y puertas para oscurecer la habitación. También se puede intentar con el uso de un antifaz especial para dormir.
- Controlar los sonidos: hay que asegurarse de que la habitación sea tan silenciosa como sea posible. Algunas personas usan sonidos relajantes para descansar mejor.
- Esconder el reloj: ver cómo transcurren las horas puede ser estresante para algunas personas. MedlinePlus sugiere girar el reloj de manera que la persona no pueda verlo desde su almohada.
- Guardar los aparatos electrónicos: en la era digital, estos dispositivos son claros distractores. Es oportuno apagarlos cuando se acerca la hora de dormir.
Buscar la relajación
Desconectarse de las presiones de cada día puede ser complicado para algunos. No obstante, dejarse ganar del estrés es una de las razones por las que resulta tan difícil conciliar el sueño.
El servicio de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos recomienda las siguientes acciones:
- Beber algo tibio y sin cafeína como leche tibia o té de hierbas.
- Tomar una ducha o un baño caliente.
- Leer un libro o una revista.
- Escuchar música suave o un audiolibro.
- Contar hacia atrás a partir de 300, de tres en tres.
- Meditar.
- Tensar cada grupo de músculos por un segundo o dos, comenzando por los pies y avanzando hacia la cabeza, y luego relajarlos.
- Practicar la respiración abdominal. Para ello, se pone la mano en su vientre. Luego, hay que inhalar, permitiendo que el movimiento empuje la mano hacia afuera conforme se eleva el vientre. El pecho no debe moverse. Contener la respiración, contar hasta cinco y liberar el aire por cinco segundos.