En Mesopotamia, en el Oriente Medio, hace más de 7 mil años, se creó una de las bebidas más populares que ha perdurado hasta nuestros días: la cerveza.
Y es que esta preparación elaborada a base de malta, ha pasado a través de la historia de la humanidad con ciertas modificaciones de su receta original, pero conservando ese sabor único e inigualable.
Son muchas las variedades de cerveza que actualmente se encuentran en el mercado para satisfacer los gustos más diversos. Sin embargo, para algunos aficionados a esta bebida, esta va perdiendo su sabor a medida que permanece abierta.
¿Por qué la cerveza pierde su sabor?
De acuerdo a la inteligencia artificial, el cambio en el gusto de la cerveza después de abrirse se debe principalmente a la oxidación y a la pérdida de carbonatación.
- Oxidación: cuando se abre una botella de cerveza, el oxígeno del aire entra en contacto con la cerveza. Este proceso de oxidación puede alterar los compuestos aromáticos y de sabor de la cerveza, esto da como resultado un sabor más plano y menos fresco.
- Pérdida de carbonatación: la carbonatación es un elemento importante para el disfrute de la cerveza. Cuando se abre una botella, parte del dióxido de carbono disuelto se escapa, lo que puede afectar la sensación en boca y la percepción del sabor.
Trucos para que la cerveza no pierda el sabor
Irremediablemente, en el momento en cuál se abre una cerveza, esta comenzará a perder su sabor, sin embargo, hay algunas recomendaciones que se pueden seguir para minimizar este efecto.
- Después de abrir una botella de cerveza, asegurarse de volver a sellarla herméticamente para minimizar la exposición al oxígeno. Para lograrlo, se recomienda utilizar tapones selladores o bombas de vacío para eliminar el aire restante.
- Guarde la cerveza abierta en el refrigerador. Las temperaturas más frías pueden ayudar a reducir la velocidad de oxidación y a mantener la frescura de la cerveza por más tiempo.
- Si existe la opción, transfiera la cerveza a un recipiente más pequeño después de abrirla. De esta manera evitará que haya menos contacto con el aire y, por lo tanto, menos oxidación.
Tenga en cuenta que una vez abierta la cerveza tiene mayor posibilidad de dañarse, por lo que antes de tomar de una botella o lata que ya ha sido abierta es bueno no pasar en alto los siguientes consejos, tal y como lo recomienda la inteligencia artificial:
- Si la cerveza emite un olor agrio, rancio o ‘a moho’, es probable que esté en mal estado. Normalmente, la cerveza tiene un olor agradable.
- Los sabores agrios, avinagrados, metálicos o a cartón son señales de que la cerveza podría estar en mal estado.
- Observe la apariencia de la cerveza. Si nota sedimentos flotando en ella o una apariencia turbia excesiva, es señal de que algo no está bien en esta bebida.
- Si la cerveza está notablemente plana, es decir, tiene muy poca o ninguna carbonatación, esto podría ser un signo de que ha perdido su frescura.
- Revise la etiqueta de la cerveza para ver si hay una fecha de caducidad o una fecha de envasado. Si la cerveza ha pasado su fecha de caducidad o ha sido almacenada durante mucho tiempo, lo mejor es evitar tomarla.