Dormir es una de las actividades más necesarias y primordiales para los seres humanos, pues es una de las formas más exactas de descansar y retomar energías. Según la Real Academia Española (RAE), esta acción se define como el estado de reposo que consiste en una suspensión de los sentidos y los movimientos voluntarios que ejerce el cerebro.
Se debe realizar cada cierto tiempo para que el cuerpo se mantenga saludable y enérgico, evitando caer en fuertes bajas físicas o un cansancio prolongado. Lo recomendable es que sea una actividad de mínimo ocho horas, buscando que el cuerpo esté completamente relajado y tranquilo.
Sin embargo, en ocasiones puede ser complicado conciliar el sueño y las situaciones llevan a que los lapsos sean más reducidos. Un ejemplo de esto va ligado a la maternidad/ paternidad, precisamente cuando el bebé está muy pequeño o recién nacido.
De acuerdo con lo que reveló Mayo Clinic, al igual que los adultos, para los bebés es muy importante dormir, convirtiéndose en algo vital y fundamental para su desarrollo. Los menores de un año pasan casi todo el tiempo durmiendo en una etapa que se conoce como sueño MOR (movimientos oculares rápidos), la cual se relaciona con la memoria, el autocontrol y el sistema nervioso.
Para los pequeños recién nacidos no existe la percepción del tiempo, por lo que duermen y se despiertan a su propio ritmo, sin importar si es de día o de noche. La cantidad de horas que duermen los niños es variable, dependiendo los meses y los días desde que llegó a este mundo.
“A los tres o cuatro meses, muchos bebés duermen al menos cinco horas seguidas. Los bebés de esa edad deberían dormir entre 12 y 16 horas al día, con siestas incluidas. Los bebés se despiertan para comer y luego se vuelven a dormir. Sin embargo, después de un par de semanas, los bebés podrán permanecer despiertos durante más tiempo, y luego dormir durante un período más largo”, reseñó Mayo Clinic sobre las rutinas de los bebés.
No obstante, el portal brindó una serie de recomendaciones para que los menores de un año puedan dormir toda la noche, evitando despertarse los momentos y permitiendo que los progenitores descansen igual.
Tips para que el bebé duerma toda la noche
En primer lugar, lo importante es que el bebé duerma en la misma habitación que los padres, pero en su propia cuna. No se recomienda que el pequeño se acueste a dormir con los padres en la cama, pues podría salir lastimado o terminar en un suceso trágico.
A pesar de que los primeros meses hay un descontrol con respecto al sueño, es bueno que se generen hábitos para dormir, buscando que el bebé descanse derecho y no se despierte por momentos.
Una rutina
Al inicio, el bebé será quien marque la rutina y la hora de dormir, pero se pueden generar pautas que beneficien a futuro. Una es bajar las luces y mantener el silencio en la habitación, ayudando a que se concilie el descanso.
Es mejor hablar en voz baja y evitar los juegos que despierten al menor.
Dejar que el bebé se acomode
Lo primordial es que el bebé se acomode en su cuna y logre encontrar el balance de su cuerpo, así llore por momentos. A veces es efectivo envolver al menor en una cobija o frazada, sin apretarlo mucho para que tome calor y se arrunche.
Cuando el niño o la niña ya puedan girarse solos en la cama, es momento de olvidar envolverlos y permitirles que hallen su espacio.
Llevar al bebé cuando está aún despierto y somnoliento
Al detallar que el menor se frota los ojos, comienza a cerralos y se nota cansado, es momento de acostarlo en su cuna, enviando un mensaje a su cerebro para que asocie que ese espacio es el indicado para dormir.