Una de las suculentas más reconocidas en el mundo y el cual es considerado como un poderoso amuleto que atrae la buena suerte es el árbol de jade o también llamado Crassula Ovata; además de convertirse en un elemento perfecto para la decoración interior del hogar.
Se trata de una suculenta originaria de Mozambique y de algunas regiones de Sudáfrica, muy especial por sus características, pues sus hojas tubulares suelen cambiar de color según la época, y se destaca por su tronco central grueso de un tono grisáceo y de crecimiento lento.
Por su parte, la práctica milenaria del bonsái requiere paciencia, dedicación y comprensión de las necesidades específicas de estas plantas en miniatura, especialmente cuando se encuentran en un entorno cerrado.
En diversas culturas y en el Feng Shui, se le asocia con simbolismos positivos y deseos de buena fortuna, teniendo en cuenta el color verde intenso de sus hojas. De hecho, dentro de varias culturas, desde hace muchos siglos, se dice que mientras la atención sea adecuada para el árbol de jade, sus beneficios podrían aumentar.
¿Cómo hacer un bonsái con árbol de jade?
Una de las mejores maneras de hacer un bonsái con un esqueje de Crassula Ovata, es plantando en un sustrato que sea liviano como tierra con hojas. “Colocar la planta en una maceta mucho más grande para que genere múltiples raíces que sean fuertes. Cuando hayan pasado algunas semanas, sacar la planta de la tierra y enjuagar muy bien las raíces”, precisó Panorama Web.
Luego, colocar las raíces de tu árbol de jade en un objeto plano como un plato pequeño y volver a colocar en la maceta, ya que esto permitirá que se cree una base sólida y fuerte para el bonsái. Además, para podar la suculenta, es clave hacerlo desde arriba de los nodos en forma de ‘Y’, pues así podrá generar tallos que se extiendan horizontalmente.