El bicarbonato de sodio –conocido con muchos nombres, como bicarbonato sódico, bicarbonato de soda, sal de vichy, hidrógeno carbonato de sodio y carbonato ácido de soda– se obtiene de la combinación de moléculas como el carbono, sodio, hidrógeno y oxígeno, cuya fórmula es NaHCO3.
Este ingrediente de color blanco y textura cristalina, proveniente de un mineral conocido como natrón, es reconocido por sus propiedades de limpieza en la cocina y fuera de ella, además de su capacidad para eliminar manchas y olores, blanquear los dientes, e incluso, como un desodorante natural, entre otros usos.
El portal Ecología Verde recomendó una forma en la que se puede usar el bicarbonato de sodio como desodorante, para reducir la sudoración y los malos olores durante el día. “Únicamente tendrás que mojar ligeramente con agua las axilas y después aplicar un poco de bicarbonato. No es necesario que lo aclares o lo retires. Su efecto es poderoso incluso aunque seas una persona muy activa”, precisó.
Otra forma de uso, según el diario español Mundo Deportivo es mezclando tres cucharadas de bicarbonato de sodio, cinco o seis gotas de aceite esencial de limón, cuatro cucharadas de romero y 100 ml de agua. Luego, se hierve el agua y se agregan las hojas de romero y se dejan reposar por 10 minutos. Después, se agrega el bicarbonato y se mezcla hasta que se disuelva y finalmente se añade el aceite esencial de limón. Por último, la mezcla se debe poner en un frasco de vidrio para su uso diario.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que antes de su primer uso o de que se vuelva recurrente, es importante llevar a cabo una prueba en la piel de cualquier receta casera que incluya bicarbonato de sodio, ya que de acuerdo con El Universal, “es una sustancia alcalina”, que puede “afectar el manto ácido que la piel tiene para protegerse de irritaciones y deshidratación, y alterar su pH natural”, provocando sensibilidad y resequedad. Lo ideal es esperar 48 horas después de la aplicación para ver si surge alguna reacción.