La limpieza de los oídos es un tema que suscita interés y preguntas frecuentes. Si bien los oídos están diseñados para autolimpiarse en su mayoría, hay situaciones en las que la acumulación excesiva de cerumen puede requerir una atención especial. De acuerdo con el portal Cigna, el cerumen, comúnmente conocido como cera del oído, es una sustancia natural que cumple una función importante al atrapar la suciedad y las bacterias, manteniendo así nuestros oídos saludables. Sin embargo, cuando esta cera se acumula en exceso, puede causar obstrucciones y afectar la audición.

La producción de cerumen varía de persona a persona y, a menudo, un oído puede producir más cerumen que el otro. Es fundamental comprender que la secreción de cerumen es esencial para la salud auditiva, ya que contiene agentes antibacterianos que ayudan a prevenir infecciones como la otitis media. Las glándulas de cera, médicamente conocidas como glandulae ceruminosae, se encuentran en el canal auditivo anterior y son las responsables de producir esta sustancia.

El exceso de cera en el oído puede causar infecciones y por ende molestos dolores. | Foto: Getty Images

Si se encuentra con un oído obstruido debido a una acumulación excesiva de cerumen, es importante abordar la situación de manera adecuada y segura. El portal GAES presenta los pasos para realizar un lavado de oído en casa:

Paso 1. Durante la ducha o el baño, permita que un poco de agua tibia entre deliberadamente en su oído. La temperatura del agua debe ser cómoda para evitar molestias.

Paso 2. Estimule el oído realizando movimientos de masticación. Estos movimientos ayudarán a que el agua y el cerumen se desplacen hacia el exterior del oído.

Paso 3. Limpie cuidadosamente el líquido que sale de la aurícula externa con un pañuelo o una toallita suave. Es importante no insertar ningún objeto en el canal auditivo, como bastoncillos de algodón, ya que esto puede empujar el cerumen hacia el tímpano.

Durante la ducha o el baño, permita que un poco de agua tibia entre deliberadamente en su oído. | Foto: Semana

Paso 4. Si después de estos pasos no experimenta mejoría y el oído continúa obstruido, puede considerar el uso de un aerosol o una solución de enjuague auditivo disponible en la farmacia. Siempre siga las instrucciones del producto y tenga cuidado de no aplicar una presión excesiva.

Paso 5. Si a pesar de estos esfuerzos no obtiene alivio, es recomendable consultar a un médico especialista en oído, nariz y garganta, conocido como otorrinolaringólogo. El profesional podrá evaluar su situación y tomar las medidas necesarias para resolver el problema de manera segura.

Es fundamental destacar la importancia de evitar el uso de bastoncillos de algodón para la limpieza de los oídos. A menudo, los bastoncillos de algodón pueden empujar el cerumen más cerca del tímpano, lo que puede llevar a la formación de tapones y, en casos graves, provocar lesiones en el tímpano, dolor de oído o problemas de audición.

El canal auditivo presenta una forma especial que hace que la limpieza con bastoncillos de algodón sea ineficaz y potencialmente perjudicial. Después de un estrechamiento inicial, el canal auditivo se ensancha nuevamente antes de llegar al tímpano, lo que dificulta la eliminación mecánica del cerumen. Por lo tanto, es más efectivo aflojar el cerumen y permitir que se escurra naturalmente hacia el exterior.

Para aquellos que usan audífonos, se recomienda limpiar el área de la aurícula con un paño húmedo o una toallita para mantener una buena higiene. Es esencial tener precaución al realizar la limpieza de los oídos y recordar que, en la mayoría de los casos, los oídos se autolimpiarán de manera eficiente.

Es importante no insertar ningún objeto en el canal auditivo, como bastoncillos de algodón, ya que esto puede empujar el cerumen hacia el tímpano. | Foto: Getty Images

En el caso de niños y bebés, la limpieza de los oídos debe realizarse con especial atención. En general, no es necesario limpiar los oídos de un bebé si no se observa acumulación de cerumen. El portal Harker Centro Pediátrico indica que si se detecta una cantidad significativa de cerumen en los oídos de un bebé, es aconsejable consultar a un pediatra para una evaluación adecuada. Los copitos de algodón no deben usarse en bebés ni en niños, ya que sus oídos son sensibles y propensos a lesiones.

La limpieza de los oídos en casa debe realizarse con precaución y siguiendo las pautas mencionadas anteriormente. Siempre es importante recordar que los oídos tienen la capacidad de autolimpiarse en la mayoría de los casos, y la intervención excesiva puede causar problemas de salud auditiva. En situaciones donde la obstrucción persiste o existe alguna preocupación, es recomendable buscar la atención de un profesional médico especializado en oído, nariz y garganta. La seguridad y la salud auditiva son prioridades fundamentales al abordar la limpieza de los oídos en casa.