Las almohadas, al igual que los edredones y las sabanas, requieren de un lavado frecuente, ya que allí se pueden alojar bacterias, microorganismos y es posible la acumulación de olores como el sudor, lo anterior como consecuencia normal de colocar la cabeza sobre la almohada. Por lo general, se suelen lavar las sabanas que cubren las almohadas; sin embargo, estas también necesitan ser lavadas.
Las almohadas necesitan de una higiene especial, ya que sobre ellas no solo se coloca la cabeza, sino que también allí se aloja la piel del rostro. Además, del sudor, las almohadas suelen alojar polvo, ácaros, restos de cabello, maquillaje o saliva y, sobre todo, sudor, según menciona el portal de cuidado del hogar Mi Casa.
El medio antes mencionado aconseja que las fundas y las sabanas de la cama se cambien cada ocho días, es decir, una vez por semana. Lo anterior puede cambiar cuando se vive en una ciudad o un lugar de tierra caliente, cuando esto es así se sugiere cambiar estos utensilios cada dos o tres días.
Además, lo ideal es cambiar las almohadas cada dos o tres años para que estas mantengan la firmeza necesaria para cuidar de la salud de las cervicales y de la zona del cráneo. Cuando una almohada se ha deformado, lo mejor será cambiarla, ya que esto afectará el sueño y podrá generar pequeñas lesiones.
¿Cómo lavar las almohadas?
El portal dedicado a manejar temas del hogar Mi Casa menciona que para mantener las almohadas en óptimas condiciones de limpieza se puede preparar un spray que contenga un producto antimanchas y detergente líquido para la lavadora.
Para empezar, hay que rociar la almohada con el atomizador en las zonas donde se aprecien manchas de sudor o suciedad.
Luego, en la lavadora hay que colocar en el dispensador del detergente una pequeña cantidad de jabón líquido, una vez hecho esto, hay que colocar las almohadas dentro del electrodoméstico, la idea es no abusar de su tamaño, sino acomodar las almohadas que quepan dependiendo de la capacidad de cada lavadora.
Para lavarlas será necesario hacer uso de agua caliente; además del jabón líquido, se recomienda añadir un producto aclarador para eliminar residuos de detergente.
¿Cómo secar las almohadas?
Cuando se tiene secadora se recomienda agregar a ella dos bolas de secado (o dos pelotas de tenis) para evitar que el relleno se quede apelmazado. Las condiciones y el material de la almohada puede variar la forma de su secador, cuando se tiene una almohada de plumas será necesario un programa de la secadora que contenga frío y a la vez sea templado cuando el interior sea un relleno sintético.
Una vez hecho esto, hay que sacar de la secadora las dos piezas de secado; para luego, escurrirlas, con el fin de validar si quedan restos de humedad. En dado caso de que sí, la idea es colocarlas de nuevo junto con las almohadas en nuevo con un secado de 30 minutos.
Cuando no se tiene secadora o no se desea hacer uso de la misma, la idea es secar las almohadas de forma convenciones, es decir, con un secado al aire libre. Para que las almohadas se sequen bien y de manera uniforme se sugiere colocarlas en una superficie plana y limpia.
En dado caso de que se vaya a hacer uso de un tendedero, es pertinente colgar bien los utensilios para que la ropa o en esta caso las almohadas se sequen bien y no se generen malos olores. Lo ideal es que las almohadas tengan luz directa del sol para que se terminen de despercudir. Para tener un secado óptimo, lo ideal es coger ambos extremos con un par de pinzas, después dar la vuelta a la pieza y volver a tomarlas de las esquinas contrarias. Se sugiere hacer este proceso todas las veces necesarias para que el relleno de la almohada se ubique de manera adecuada y esta también se pueda secar bien.