Los fogones de la estufa, elementos esenciales en la cocina, requieren una limpieza regular para mantener un rendimiento óptimo y prolongar su vida útil. La acumulación de grasa, residuos de alimentos y manchas puede no solo afectar la apariencia estética, sino también reducir la eficiencia y provocar malos olores.
Preparativos iniciales para limpiar una estufa
Antes de comenzar el proceso de limpieza, es fundamental tomar algunas precauciones para asegurar la seguridad y eficacia del procedimiento. En primer lugar, apague la estufa y asegúrese de que los fogones estén completamente fríos. Limpiar los fogones mientras están calientes puede resultar peligroso y menos eficaz.
Además, desconectar la estufa de la corriente eléctrica (si es una estufa eléctrica) puede ser una medida adicional de seguridad.
Materiales necesarios:
Para limpiar los fogones de manera efectiva, se necesitarán los siguientes materiales:
- Jabón líquido para platos
- Agua tibia
- Bicarbonato de sodio
- Vinagre blanco
- Esponja no abrasiva
- Cepillo de cerdas suaves (opcional)
- Paño limpio y seco
- Raspador de plástico (opcional)
- Guantes de goma (opcional)
Procedimiento de limpieza de los fogones de la estufa
1. Retirar las rejillas y quemadores: Comience retirando las rejillas y los quemadores de la estufa. Estos componentes suelen ser removibles y pueden limpiarse por separado. Es recomendable consultar el manual de usuario de la estufa para confirmar el procedimiento de extracción, ya que puede variar según el modelo. Coloque las rejillas y los quemadores en un área adecuada para limpiarlos.
2. Limpiar las rejillas: Para limpiar las rejillas, sumérjalas en un fregadero lleno de agua tibia con unas gotas de jabón líquido para platos. Deje que se remojen durante al menos 15-30 minutos para aflojar los residuos de grasa y alimentos.
Luego, use una esponja no abrasiva o un cepillo de cerdas suaves para frotar las rejillas. Preste especial atención a las áreas con acumulación de grasa y residuos pegados. Enjuague bien con agua limpia y seque con un paño limpio y seco.
3. Limpiar los quemadores: Los quemadores pueden tener residuos de grasa y alimentos quemados que pueden ser difíciles de eliminar. Para limpiarlos, aplique una pasta de bicarbonato de sodio y agua sobre las áreas afectadas.
El bicarbonato actúa como un abrasivo suave que ayuda a descomponer la grasa y los residuos sin dañar la superficie. Deje actuar la pasta durante 15-20 minutos. Luego, frote suavemente con una esponja no abrasiva o un cepillo de cerdas suaves. Enjuague con agua limpia y seque con un paño.
4. Limpiar la superficie de los fogones: La superficie de los fogones, donde se encuentran los quemadores, también requiere atención. Para limpiarla, prepare una solución de agua tibia con unas gotas de jabón líquido para platos.
Use una esponja no abrasiva para limpiar la superficie, prestando especial atención a las manchas y residuos. Si hay residuos quemados o pegados, puede utilizar una pasta de bicarbonato y agua para tratarlos. Aplique la pasta sobre las manchas, deje actuar durante unos minutos y luego frote suavemente.
5. Eliminar residuos difíciles: Para residuos difíciles que no se eliminan con el método anterior, puede usar vinagre blanco. El vinagre es un ácido suave que ayuda a descomponer la grasa y los residuos acumulados.
Aplique vinagre blanco directamente sobre las áreas afectadas y deje actuar durante unos minutos. Luego, use una esponja o un cepillo para frotar. Enjuague con agua limpia y seque con un paño.
6. Limpiar los botones y controles: Los botones y controles de la estufa también deben limpiarse regularmente, ya que pueden acumular grasa y residuos. Para limpiarlos, use un paño ligeramente húmedo con agua y jabón. Evite el uso excesivo de agua para prevenir daños en los componentes eléctricos. Si los botones son desmontables, puede retirarlos para una limpieza más profunda.
7. Reensamblar los componentes: Una vez que todos los componentes, incluyendo las rejillas y los quemadores, estén limpios y secos, se pueden volver a colocar en su lugar. .
Asegúrese de que todo esté bien ensamblado y colocado correctamente antes de encender la estufa. Verifique que los quemadores estén bien ajustados y que las rejillas estén en la posición adecuada.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de Semana.