Según la American American Academy of Ophthalmology (AAO), las gafas son dispositivos o elementos que se usan para mejorar la visión, siendo usualmente usadas por quienes tienen problemas oculares como los errores de refracción (astigmatismo, miopía, presbicia e hipermetropía).
“Los errores de refracción son un tipo de problema de visión que dificulta ver con claridad. Se presenta cuando la forma del ojo evita que la luz se enfoque correctamente en la retina (una capa de tejido sensible a la luz en la parte de atrás del ojo)”, explica la National Eye Institute.
Según explica la AAO, las partes esenciales de los anteojos son el marco, el puente nasal, las bisagras, los tornillos, los soportes, y los lentes, estos últimos de diferente material como vidrio o plástico, tallados según la necesidad de cada persona.
No obstante, al igual que otros elementos, necesitan de un cuidado específico porque se pueden rayar o ensuciar de grasa, por lo cual en el mercado hay una amplia variedad de productos que se pueden limpiar, pero algunos remedios naturales como el bicarbonato de sodio también son ideales.
Así se limpian las gafas con bicarbonato de sodio
La Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos (MedlinePlus) explica que el bicarbonato de sodio se usa en la medicina como un antiácido para la acidez estomacal, pero también es útil para los quehaceres del hogar.
De hecho, Tua Saúde menciona que el bicarbonato de sodio es una sustancia alcalina que actúa como desinfectante y limpiador, favorable para eliminar la grasa de los lentes, por eso, la Mansión de las Ideas explica cómo hacerlo:
- En un recipiente agregar una cucharada de bicarbonato de sodio junto con un chorrito de agua.
- Revolver muy bien hasta que la mezcla sea homogénea.
- Aplicar a los lentes con la ayuda de un algodón hasta que la pasta quede impregnada por los dos lados evitando que se rayen.
- Lavar muy bien colocando las gafas en un chorro de agua.
- Secar con la ayuda de un paño.
Por otra parte, WikiHow describe otra manera de limpiar las gafas cuando están sucias de grasa.
- Lavar muy bien las manos con agua y jabón como parte de una rutina de higiene personal.
- Colocar las gafas bajo un chorro de agua tibia, asegurándose que quede mojado todo el lente. No obstante, es importante tener precaución que los anteojos no se deben limpiar con agua caliente porque podría dañarlos.
- Posteriormente, se debe agregar unas gotas de jabón líquido haciendo movimientos circulares, hasta que los lentes queden totalmente cubiertos de espuma.
- Con la ayuda de un hisopo o copito de algodón frotar los cristales de las gafas.
- Volver a colocar los lentes debajo del agua templada.
- Sacudir y limpiar con un limpión de microfibra.