La madera es uno de los materiales más comunes en los hogares. Ya sea para muebles o pisos; los hogares normalmente la utilizan para decorar, especialmente porque combinan con otros materiales y colores.
Los muebles pueden ser nuevos o viejos, debido a que es tradicional que generaciones del pasado los hayan tenido y decidan heredárselos a sus familias. Sin embargo, la madera no está exenta al paso del tiempo y su uso tiende a deteriorar la calidad de los muebles.
Se supondría que los muebles más viejos están propensos a deteriorarse más, pero no necesariamente ocurre de ese modo, por el hecho que algunos tipos de madera suelen ser fabricados con una gran capacidad de resistencia. Inclusive, hay momentos en los cuales los nuevos se dañan con facilidad, ya sea por la calidad de la madera o un uso inadecuado.
Cualquiera que sea el tipo de madera o el tiempo del mueble, no está de más hacerle una limpieza y restauración al notar leves signos de deterioro. Para tener una idea clara del modo adecuado, los expertos de la empresa aseguradora Mapfre dieron a conocer algunos trucos para restaurar la madera y volver a dejarla como nueva.
En primer lugar, se debe tener en cuenta que para limpiar la madera antigua, se recomiendan usar aguarrás (trementina mineral) y amoniaco. Ambos productos son volátiles, por lo que se deben manipular con suma precaución. Además, la mezcla de ambos genera una reacción altamente olorosa, lo cual implica que el lugar debe estar ventilado y la persona encargada debe cubrirse la nariz para no inhalar por completo el olor.
Para sacarles provecho, hay que tomar un recipiente de cristal para proporcionar un poco de aguarrás con un chorro de amoniaco. Acto seguido y con ayuda de una espátula, se deben mezclar hasta tener un líquido homogéneo.
A continuación, hay que aplicar la mezcla en las zonas afectadas en el mueble y esperar algunos minutos para comprobar que la suciedad lentamente se irá eliminando. Este procedimiento permitirá a la par eliminar la formación y agrupación de polvo en los rincones de los muebles.
Dejar actuar la mezcla por algunos minutos será suficiente. No se puede dejar el líquido por mucho tiempo, sino, decolorará el mueble. En cambio, hay que quitar los restos de amoniaco con agua y jabón neutro.
Otro consejo recomendado por los expertos radica en lijar las zonas afectadas. Para que los muebles no queden ásperos al tacto, se le puede pasar la lija fina por la superficie para darle la suavidad necesaria. En caso de haber abolladuras o huecos, se recomienda pasar lijas más grandes.
En caso de desear hidratar al mueble, un tip útil es aplicar aceite con una brocha. Como si se estuviese pintando un lienzo, con la madera es exactamente el mismo proceso. Pasarle algunos brochazos le dará brillo al mueble y proporcionará una capa resistente a la suciedad del exterior.