En las baldosas de la casa siempre hay un pequeño espacio que toma más tiempo a la hora de limpiar, y dependiendo de la ubicación de las baldosas, la dificultad será mayor, por ejemplo, las baldosas que están juntas puede que sea más complicada a la hora de limpiarlas.

Así mismo, mantener las baldosas limpias es esencial para que los pisos y paredes luzcan impecables. Con el tiempo, estas áreas acumulan suciedad, moho y grasa, lo que puede afectar la apariencia general del espacio.

Afortunadamente, existen varios trucos caseros y efectivos para restaurar su brillo sin necesidad de productos costosos. A continuación, le presentamos cinco trucos que le ayudarán a dejarlas como nuevas.

Piso cerámico | Foto: Getty Images

1. Bicarbonato de sodio y vinagre para una limpieza profunda

El bicarbonato de sodio es excelente para remover la suciedad incrustada, y combinado con vinagre blanco, potencia su efecto limpiador. Espolvorea bicarbonato sobre las juntas y luego rocíe el vinagre. La mezcla generará espuma, lo que ayudará a aflojar la suciedad. Deje actuar por 10 minutos, frote con un cepillo y enjuague con agua limpia.

2. Agua oxigenada para blanquear las juntas

Si las baldosas han adquirido un tono amarillento o gris, el agua oxigenada es una gran opción para blanquearlas. Mezcle partes iguales de agua oxigenada y agua, aplíquela sobre las juntas con un pulverizador y deje actuar por 15 minutos. Luego, frote con un cepillo y retira los residuos con un trapo húmedo. Este método es ideal para baldosas claras.

3. Vapor para eliminar moho y bacterias

Un limpiador a vapor es muy útil para limpiar juntas en baños o cocinas donde se acumula humedad y moho. El vapor a alta temperatura desinfecta y elimina las bacterias sin necesidad de productos químicos. Pase la boquilla del limpiador por las juntas y seque con un paño para evitar la acumulación de agua.

Piso cerámico | Foto: Getty Images

4. Pasta de bicarbonato y jugo de limón para manchas difíciles

Si las baldosas tienen manchas persistentes, mezcle bicarbonato de sodio con jugo de limón hasta formar una pasta. Aplique la mezcla sobre las manchas, deje actuar por 15 minutos y frote con un cepillo. El limón tiene propiedades desinfectantes y su aroma deja una sensación de frescura. Finalmente, enjuague con agua para eliminar los residuos.

5. Jabón neutro para mantenimiento diario

Para evitar la acumulación de suciedad, es recomendable limpiar las juntas regularmente con agua tibia y jabón neutro. Use un cepillo de cerdas suaves para frotar las juntas y asegúrese de secar bien las superficies para prevenir el crecimiento de moho. Este método es ideal para mantener las juntas limpias en el día a día.

Después de limpiar, aplique un sellador de juntas para evitar que absorban humedad y suciedad. Este producto crea una capa protectora que facilita el mantenimiento. Además, ventilar los espacios y secar las baldosas después de usarlas reducirá la acumulación de moho.

Es importante evitar limpiadores muy abrasivos que puedan dañar las juntas o decolorar las baldosas. Opte por soluciones caseras y cepillos suaves que garantizan que las superficies mantengan su buen aspecto sin desgastarse con el tiempo.