La nevera se ubicó como un electrodoméstico necesario en el día a día de una persona, ya que es el encargado de cuidar y proteger los alimentos. Ayuda a preservar ciertos productos naturales, los cuales son de procedencia animal y requieren de una temperatura específica para no dañarse.

Este espacio, ubicado precisamente en la cocina, es visto como ese santuario de frescura en el hogar, ayudando a los alimentos a que se conserven y no se terminen afectando por cambios bruscos. No obstante, en momentos se convierte en el epicentro de malos olores, debido a la acumulación de alimentos, derrames inadvertidos y el tiempo sin limpieza, transformando este apreciado objeto en algo menos deseable.

Existe un paso a paso de cómo limpiar la nevera de manera eficiente para asegurar que no solo luzca impecable, sino que también emane la frescura que sus alimentos merecen.

Los malos olores en una nevera pueden aparecer por diferentes motivos. | Foto: Getty Images

¿Cómo limpiar la nevera para evitar malos olores?

Paso 1: la preparación

Antes de sumergirse en el terreno de la limpieza, es esencial preparar el terreno. Desconecte la nevera para ahorrar energía y evite cualquier riesgo eléctrico. Luego, vacíe el contenido, clasificando los productos según su fecha de caducidad. Aquellos elementos pasados de tiempo deben ser descartados, liberando espacio para lo fresco.

Paso 2: la gran descongelación

Si la nevera tiene un congelador, es hora de abordar la capa de hielo. Descongele esta zona del electrodoméstico siguiendo las instrucciones del fabricante. Un consejo útil es recurrir a toallas empapadas en agua caliente para acelerar el proceso.

Recuerde también retirar los cajones y estantes para una limpieza más completa.

Paso 3: armamento de limpieza

Ahora que la nevera está vacía y el congelador descongelado, es momento de preparar sus herramientas de limpieza. Una mezcla de agua caliente y vinagre blanco es un desinfectante natural y eficaz.

Además, necesitará trapos, esponjas y un cepillo para llegar a las esquinas difíciles.

Paso 4: limpieza profunda

Comience limpiando cada estante y cajón con la mezcla de agua y vinagre. Preste especial atención a las esquinas y grietas donde los derrames suelen esconderse.

Para las manchas más persistentes, un poco de bicarbonato de sodio puede ser su aliado. Este ingrediente no solo elimina manchas, sino que también neutraliza olores desagradables.

Limpiar la nevera es fundamental ya que a diario se puede llenar de bacterias. | Foto: Justin Paget Photography Ltd

Paso 5: atención a los olores persistentes

Si ha lidiado con malos olores persistentes, es el momento de atacarlos de frente. Un truco infalible es colocar un tazón con bicarbonato de sodio en la nevera. Este polvo mágico absorberá los olores indeseados, dejando un ambiente fresco en su lugar.

También puede añadir esencias naturales, como rodajas de limón o ramitas de menta, para un toque aromático.

Paso 6: organización maestra

Con la nevera limpia y libre de olores desagradables, es el momento perfecto para reconsiderar la organización. Agrupe los alimentos por categoría y utilice recipientes herméticos para mantener la frescura y prevenir derrames. Etiquete los productos con fechas de caducidad para un control más eficiente.

Paso 7: el toque final

Reconecte la nevera, vuelva a colocar los alimentos y disfrute del nuevo y fresco ambiente que ha creado. Aproveche esta oportunidad para ajustar la temperatura según las recomendaciones del fabricante y asegurarse de que sus productos se conserven en condiciones óptimas.

Hay excepciones para meter una fruta a la nevera, esto puede depender del clima en el que crecen. | Foto: Getty Images

Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de Semana.