La cocina es uno de los lugares del hogar en los que tiene que prevalecer la limpieza, pues la higiene es fundamental para garantizar la seguridad alimentaria. Los platos y vasos que se usen a diario pueden acumular bacterias, restos de comida y otros contaminantes, es por esto que al limpiarla, se eliminan los agentes dañinos y también se reduce el riesgo de enfermedades.
Por otro lado, la suciedad en la vajilla puede hacer que se manchen, tengan un aspecto no deseado y no tengan una vida útil. Los materiales que se suelen dañar más rápido si no se hace una limpieza regular o correcta son el vidrio, la porcelana y el acero inoxidable. Además, si las manchas fuertes no se eliminan de manera correcta, se pueden volver más difíciles de eliminar con el tiempo, lo que puede requerir un mayor esfuerzo y puede dejar marcas permanentes.
¿Cómo lavar la vajilla de vidrio correctamente?
- Se debe enjuagar inmediatamente: justo después del consumo, este tipo de loza se debe lavar en el mismo momento con agua tibia (no caliente) para que se puedan eliminar los restos de comida y evitar que se sequen y se adhieran a la superficie.
- Hay que utilizar un jabón suave: en la medida de lo posible, se debe conseguir el detergente más suave posible y evitar esponjas o cepillos abrasivos, para que en su lugar se pueda usar una esponja suave o un paño de microfibra.
- Secar con cuidado: tanto platos como vasos se pueden secar con un paño suave y absorbente que permita quitar manchas o marcas de agua. Se debe evitar que esta vajilla se seque al aire.
- Evitar cambios bruscos de temperatura: este material puede romperse si se somete a cambios bruscos de temperatura, por lo que se debe evitar colocarlo debajo de agua caliente y luego agua fría o viceversa.
¿Cómo devolver el brillo a los vasos de vidrio?
Sal y limón
- Frotar el interior del vaso con la mitad de un limón.
- Echar una pizca de sal y esparcirla por toda la superficie interior.
- Volver a frotar con la sal para eliminar la película de cal creada.
- Lavar con agua y jabón.
Se recomienda frotar con un cepillo de dientes.
Bicarbonato de sodio
- Agregar dos cucharadas de bicarbonato en el vaso, una de sal y agua caliente.
- Dejar que la mezcla actúe por 30 minutos.
- Lavar con agua y con jabón.
Vinagre blanco
- Añadir vinagre y agua en cantidades iguales en un recipiente grande.
- Sumergir las copas o los vasos por toda la noche.
- Lavar con agua y con jabón.
Crema dental
- Frotar el interior del vaso con crema dental con un cepillo de dientes o un paño.
- Enjuagar el vaso con agua y con jabón.