Las neveras son un componente vital de cualquier hogar, pero organizarlas adecuadamente es clave para mantener los alimentos frescos y seguros. El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) ofrece pautas útiles sobre cómo optimizar la organización de la nevera para garantizar que los alimentos se mantengan en óptimas condiciones.

En los estantes superiores

  • Productos preparados: guarde alimentos cocidos, sobras y platos listos para comer en los estantes superiores, ya que la temperatura aquí es más uniforme y más fría.
  • Lácteos: Coloque leche, yogur, queso y mantequilla en estos estantes, puesto que son alimentos que necesitan refrigeración constante.
Se recomienda guardar los alimentos cocidos, sobras y platos listos para comer en los estantes superiores. (Imagen de referencia) | Foto: Getty Images

En los estantes intermedios

  • Carnes crudas: las carnes crudas deben ubicarse en un lugar donde no puedan gotear ni contaminar otros alimentos. Colóquelas en envases sellados y en bolsas plásticas en la parte inferior de esta sección.
  • Productos frescos y ensaladas: frutas y verduras frescas, así como ensaladas listas para comer, deben estar ubicadas en estos estantes para facilitar su acceso y visibilidad.

En los cajones inferiores:

  • Verduras: los cajones para verduras son ideales para preservar la frescura de productos como lechuga, zanahorias y apio. Ajuste la humedad según sus necesidades.
En los cajones inferiores es aconsejable almacenar las frutas y verduras, ya que este espacio fue pensado para ello. (Imagen de referencia) | Foto: Getty Images

En las puertas

Compartimentos especiales

  • Huevos: guarde los huevos en su envase original en el compartimento especial para huevos, donde la temperatura es más estable.
  • Carnes frías y quesos: si su nevera cuenta con un compartimento especial para carnes frías y quesos, úselo para mantener estos alimentos en óptimas condiciones.

Paso a paso para limpiar la nevera

Es importante realizar una limpieza profunda de la nevera al menos cada 3-4 meses, aunque se recomienda revisar y limpiar derrames de manera más frecuente para evitar malos olores y problemas de higiene.

  • Paso 1: Vacíe la nevera: retire todos los alimentos y productos almacenados en la nevera. Coloque los alimentos perecederos en recipientes con tapas y, si es necesario, colóquelos en una nevera portátil para mantenerlos fríos mientras limpia.
  • Paso 2: Desenchufe o apague la nevera: para su seguridad, desenchufe la nevera de la toma de corriente o apáguela si es posible.
  • Paso 3: Retire los estantes y cajones: saque los estantes, cajones y compartimentos desmontables de la nevera. Lávelos con agua tibia y detergente o con una solución de bicarbonato de sodio y agua. Enjuáguelos bien y déjelos secar al aire antes de volver a colocarlos en la nevera.
  • Paso 5: Enjuague y seque: enjuague bien todas las superficies con un paño limpio y húmedo para eliminar cualquier residuo de detergente o bicarbonato de sodio. Luego, seque completamente el interior de la nevera con toallas de papel o paños limpios.
  • Paso 6: Limpie el exterior: limpie el exterior de la nevera, incluyendo las manijas y los sellos de las puertas, con agua tibia y detergente. Seque con un paño limpio.
  • Paso 7: Reemplace los estantes y cajones: vuelva a colocar los estantes, cajones y compartimentos en su lugar.
Es importante realizar una limpieza profunda de la nevera al menos cada 3-4 meses, aunque se recomienda revisar y limpiar derrames. (Imagen de referencia) | Foto: AITOR DIAGO
  • Paso 8: Vuelva a enchufar o encienda la nevera: con la nevera limpia y seca, vuelva a enchufarla a la toma de corriente o enciéndala.
  • Paso 9: Vuelva a almacenar los alimentos: regrese los alimentos y productos a la nevera, asegurándose de que estén en envases adecuados y bien organizados.
  • Paso 10: Mantenga la limpieza regularmente: programe limpiezas regulares para evitar la acumulación de suciedad y mantener su nevera en condiciones óptimas.