El insomnio causado por el café es un problema común para muchas personas que disfrutan de esta bebida con cafeína. La cafeína es un estimulante que puede afectar el sueño al interferir con la capacidad de conciliarlo o mantenerlo.
Si posee problemas con esta bebida y atraviesa esta situación, existen formas de superar el insomnio relacionado con el café, basándose en estrategias y consejos que ayudarán a disfrutar de un sueño de mejor calidad.
Lo importante es contemplar el panorama y proceder de la manera indicada, evitando afectar la salud o el desarrollo del cuerpo a lo largo de la jornada personal.
1. Entienda cómo funciona la cafeína:
Lo primero que debe comprender es cómo la cafeína afecta su cuerpo. La cafeína es un estimulante que bloquea los receptores de adenosina en el cerebro, lo que lo hace sentir más alerta y despierto. Esta estimulación puede durar varias horas, y el momento en que consume cafeína puede influir en su impacto en su sueño.
Por lo general, la cafeína alcanza su punto máximo en el torrente sanguíneo de 1 a 2 horas después de su consumo y puede tener efectos residuales durante horas después.
2. Limite el consumo de cafeína por la tarde y noche:
La forma más efectiva de evitar el insomnio causado por el café es limitar o evitar completamente el consumo de cafeína durante la tarde y la noche. Si es especialmente sensible a la cafeína, considere reducir la ingesta de cafeína a partir del mediodía.
Evite las bebidas con un factor como el café, el té, las bebidas energéticas y los refrescos después de estas horas para darle a su cuerpo la oportunidad de metabolizarla antes de dormir.
3. Conozca sus límites personales:
Cada persona tiene una tolerancia diferente a la cafeína. Algunas personas pueden consumir café por la tarde sin problemas, mientras que otras pueden experimentar insomnio con solo una pequeña cantidad de este punto.
Preste atención a su cuerpo y cómo reacciona a la cafeína para conocer sus propios límites. Si el café por la tarde lo mantiene despierto por la noche, considere eliminarlo o reducirlo drásticamente en su rutina.
4. Considere alternativas descafeinadas:
Si es un amante del café y no quiere renunciar por completo a su sabor, opte por el café descafeinado. Aunque aún contiene una pequeña cantidad de cafeína, es significativamente menor que el café regular.
Tenga en cuenta que la descafeinización varía según la marca y el proceso de elaboración, por lo que algunas opciones pueden ser más bajas en cafeína que otras.
5. Aprenda a leer las etiquetas:
No solo el café contiene cafeína, muchos alimentos y bebidas, como el chocolate, los refrescos, el té y los medicamentos de venta libre, también pueden contenerla. Lea las etiquetas de los productos que consume para asegurarse de que no está ingiriendo cafeína inadvertidamente, especialmente en las horas previas a acostarse.
6. Considere la calidad del sueño:
La calidad del sueño también es importante. Si tiene dificultades para dormir después de tomar café, es fundamental crear un ambiente propicio para el descanso. Asegúrese de que su dormitorio esté oscuro, tranquilo y a una temperatura cómoda.
No permita la exposición a pantallas electrónicas antes de acostarse, ya que la luz azul de estos dispositivos puede interferir con la producción de melatonina, la hormona del sueño.
7. Mantenga una rutina de sueño regular:
Establecer una rutina de sueño regular ayuda a que su cuerpo sepa cuándo es hora de dormir. Intente acostarse y levantarse a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana. Esto ayuda a regular el reloj biológico y a mejorar la calidad del sueño.
8. Consulte a un profesional de la salud:
Si el insomnio causado por el café se convierte en un problema persistente y afecta su calidad de vida, considere hablar con un profesional de la salud. Un médico o un especialista en sueño puede ayudarlo a abordar sus problemas de sueño y proporcionarle estrategias específicas para su situación.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de SEMANA.