Las lentejas son una legumbre versátil, nutritiva y fácil de preparar, lo que las convierte en una opción popular en muchas cocinas alrededor del mundo. Sin embargo, lograr la cocción correcta este grano puede ser todo un arte, ya que varía dependiendo del tipo de lenteja y del resultado que se desea obtener, ya sea una textura firme para ensaladas o más suave para guisos y sopas.
Saber identificar cuándo las lentejas están en su punto exacto de cocción es clave para disfrutar de todo su sabor y textura.
Tipos de lentejas y su tiempo de cocción
Uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta es que no todas las lentejas se cocinan de la misma manera. Existen varios tipos de lentejas y cada una tiene tiempos de cocción diferentes. Por ejemplo:
Lentejas verdes: Tienen un tamaño mediano a grande y suelen mantener su forma después de cocidas. Son ideales para ensaladas y platos que requieren una textura más firme. Su tiempo de cocción es de aproximadamente 20 a 30 minutos.
Lentejas marrones: Estas son las más comunes y se utilizan en una variedad de recetas. Al igual que las verdes, tienden a mantener su forma, pero son ligeramente más blandas. El tiempo de cocción suele ser de 20 a 25 minutos.
Lentejas rojas o coral: Estas lentejas son más pequeñas y tienden a deshacerse durante la cocción, lo que las hace perfectas para sopas o purés. Se cocinan mucho más rápido, en solo 10 a 15 minutos.
Lentejas negras (beluga): Son pequeñas, oscuras y tienen una textura firme incluso después de cocidas. Requieren entre 25 y 30 minutos de cocción.
Preparación previa
Antes de cocinarlas, es recomendable lavarlas bajo agua fría para eliminar cualquier residuo o impureza. A diferencia de otras legumbres, las lentejas no necesitan ser remojadas antes de la cocción, aunque hacerlo puede reducir el tiempo de cocción y ayudar a que se cocinen de manera más uniforme. Si se decide remojarlas, basta con dejarlas en agua durante una o dos horas.
Pasos para la cocción perfecta
Para obtener la cocción adecuada de las lentejas, es fundamental seguir algunos pasos básicos:
Cantidad de agua: Se recomienda utilizar tres partes de agua por cada parte de lentejas. Esto permite que las lentejas se hidraten adecuadamente sin absorber demasiado líquido. Se puede ajustar la cantidad de agua dependiendo de si se desea una textura más seca o un caldo más espeso.
Llevar a ebullición y reducir el fuego: Una vez que las lentejas se han agregado al agua, se deben llevar a ebullición. Tan pronto como comiencen a hervir, se debe reducir el fuego a bajo o medio-bajo para que las lentejas se cocinen a fuego lento. Esto ayuda a que se cocinen de manera uniforme y evita que se desintegren.
Controlar el tiempo: El tiempo de cocción varía según el tipo de lenteja y el resultado deseado. Durante el proceso, es importante revisar las lentejas periódicamente para evitar que se cocinen de más. Si se desean lentejas firmes, como para ensaladas, se debe verificar su textura alrededor de los 15 minutos. Si se prefieren más blandas para guisos, puede extenderse el tiempo hasta que estén tiernas.
No agregar sal al principio: Es recomendable no agregar sal al agua de cocción hasta que las lentejas estén casi listas, ya que la sal puede endurecer la piel de la legumbre, prolongando el tiempo de cocción. Lo mejor es sazonarlas cuando estén tiernas, en los últimos minutos de cocción.
Comprobar la textura: Saber cuándo las lentejas están listas es una cuestión de textura. Se deben pinchar con un tenedor o probar una pequeña cantidad para verificar si están tiernas pero con un ligero toque de firmeza. En ese punto, estarán cocidas a la perfección. Si se deshacen fácilmente, están demasiado cocidas, lo que puede ser ideal para sopas pero no para ensaladas.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de Semana.