Al salmón se le reconoce como un pescado graso que aporta diversos beneficios para la salud. Se dice que ayuda a cuidar el corazón, disminuir la inflamación, favorecer el aumento de la masa muscular, fortalecer el sistema inmune y también contribuye a cuidar la salud cerebral.

El portal de salud y bienestar Tua Saúde indica que estos beneficios se deben a que el salmón es rico en nutrientes, debido a que aporta proteínas, grasas buenas, vitaminas A, D, E y del complejo B y minerales, como el fósforo y el selenio, que le proporcionan propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, anticancerígenas e hipoglucémicas.

Sin embargo, para aprovechar sus bondades es importante tener en cuenta no solo la forma en que se prepara, sino también que se encuentre en una condición saludable para evitar complicaciones posteriores, como es el caso de intoxicaciones.

El salmón es uno de los pescados grasos más saludable, pero debe consumirse fresco. | Foto: Getty Images

De acuerdo con el portal de estilo de vida unCOMO, una de las formas más rápidas para saber si el salmón está en buen o mal estado es evaluar su apariencia. Una pieza de salmón fresco debe tener un color intenso naranja o rosado, que bajo ninguna circunstancia debe ser pálido u opaco, si este es el caso su frescura ya no es la misma, por lo que no conviene ingerirlo.

De otra parte, las líneas blancas típicamente presentes en el salmón son las que ayudan a mantener la firmeza de la pieza cuando se encuentra fresca, pero a medida que los días van pasando y el alimento se va descomponiendo, estas líneas van perdiendo sus propiedades, separándose poco a poco. “Si al coger el salmón crudo se encuentra que no está firme y que la carne luce separada, como si estuviera rota, el alimento ya no es apto para el consumo; precisa el mencionado sitio web.

La importancia del olor

Cuando el salmón está fresco tiene un olor característico y suave. Si ya se siente fuerte o parecido al amoniaco, es muy probable que se encuentre en mal estado.

El salmón es un pescado graso que es saludable para el organismo. | Foto: LOVE_LIFE

De igual forma, si el salmón no está en una buena condición, es posible que se presente una capa blanquecina y translúcida encima. Cuando hay un color claro o una capa opaca desarrollándose en el pescado, lo mejor es botarlo para evitar complicaciones de salud.

También es importante revisar los ojos del pescado para determinar si hay decoloración. Cuando se compra salmón entero, es decir, con la cabeza, es clave revisar la apariencia de sus ojos. El salmón fresco debe tener ojos brillantes y claros con una pupila oscura en el medio. Si está en mal estado, sus ojos lucirán descoloridos, precisa el portal Ahumados Nord Fish.

En el pescado bueno los ojos también deben lucir ligeramente saltones. Si parecen hundidos, es probable que no se encuentre en buena condición.

Si se tienen dudas de la calidad del salmón, lo recomendable es consultar la fecha de consumo preferente que aparece en el empaque. Esta fecha no es una predicción definitiva de cuándo el pescado estará en mal estado, pero dará una buena idea de cuándo podría estarlo.

El salmón es un pescado azul que es saludable para el corazón. | Foto: GettyImages

Dicen los expertos, que como regla general, el salmón fresco refrigerado se mantendrá en buen estado durante uno o dos días después de su fecha de caducidad. Así las cosas, antes de consumir salmón es determinante tener claro si se conserva fresco o si ya puede resultar perjudicial para el organismo.