Los perros tienen diferentes niveles de tolerancia al frío, dependiendo de su raza, edad, salud y peso. Las razas con pelaje grueso y abundante, como los perros esquimales o los samoyedos, son más tolerantes al frío que las razas con pelaje fino o corto, como los dálmatas o los chihuahuas. Los perros cachorros, los perros mayores y los perros con problemas de salud, como artritis u obesidad, también son más susceptibles al frío. Sin embargo, hay cuatro signos comunes que todos los perros con frío experimentan.
Temblores
Los temblores son el signo más obvio de que un perro tiene frío. Son una forma en que el cuerpo intenta generar calor. Los temblores pueden ser leves o intensos, y pueden afectar a todo el cuerpo o solo a ciertas partes, como las orejas o la cola.
Piel fría
Si al tocar la piel de un perro está helada, es claro que tiene frío. La temperatura corporal normal de un perro es de entre 37 y 39 grados centígrados. Si la piel de un perro está más fría que eso, es probable que necesite de una manta. Si, por el contrario, sigue disminuyendo la temperatura y no coge calor, es clave llevarlo de inmediato al veterinario
Orejas y cola frías
Las orejas y la cola son partes del cuerpo que pierden calor rápidamente. Si están heladas, es un signo de que el perro puede estar pasando frío. Las orejas de un perro sano deben estar calientes al tacto. Si están frías, especialmente en los bordes, es aconsejable arroparlo. La cola de un perro sano también debe estar caliente al tacto.
Cambios en el comportamiento
Los perros que tienen frío pueden estar más letárgicos (dormir más de lo normal). En este caso, si el perro ha cambiado su comportamiento de forma repentina, duerme más, está bajo de energía y demás, puede ser un signo de que está pasando frío.
Otros signos
Además de estos signos comunes, también hay otros que pueden indicar que un perro tiene frío y, por ende, desarrollando enfermedades. Estos incluyen:
- Inapetencia
- Vómitos o diarrea
- Problemas para respirar
Refugio y descanso adecuados
Proporcionar un lugar cálido y cómodo para el descanso del perro es crucial durante los meses fríos. Asegurarse de que la cama esté en un área resguardada del viento y de las corrientes de aire, así como mantener el espacio de descanso alejado de suelos fríos, contribuye a proporcionar un ambiente cálido y acogedor. El uso de mantas adicionales puede ser beneficioso para aislar térmicamente la zona de descanso.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de Semana.