La tenencia de mascotas demanda cuidados especiales para que el animal en cuestión, generalmente perro o gato, goce de una buena calidad de vida. Además de brindar un techo, comida y cariño, elementos que resultan esenciales, también es clave atender a ciertos detalles que podrían dar paso a sorpresas más adelante.
Los gatos, por ejemplo, son mascotas comunes en los hogares. Si bien han sido domesticados, su condición natural pone por delante su instinto, así mismo, las hembras están sujetas a sus periodos de calor, es decir, cuando entran en celo.
Si bien los humanos no tienen cómo darse cuenta de que su gata está en celo, el instinto del felino la llevará a buscar un macho para ejecutar el apareamiento. Cuando esto suceda, llegará otro periodo importante: el embarazo.
Identificar si una gata está embarazada puede requerir observación cuidadosa y, en algunos casos, la consulta con un veterinario. No obstante, estos son algunos signos comunes que podrían ayudar a despejar las dudas:
- Cambio en el comportamiento: una gata preñada puede volverse más cariñosa o, en algunos casos, más reservada.
- Aumento de peso: a medida que avanza el embarazo, es probable que la gata gane peso, especialmente alrededor del abdomen.
- Cambios en los pezones: los pezones de una gata preñada pueden volverse más prominentes y rosados, especialmente hacia el final del embarazo.
- Náuseas y vómitos: al igual que en los humanos, algunas gatas pueden experimentar náuseas y vómitos durante el embarazo.
- Apetito incrementado: una gata preñada puede mostrar un aumento en el apetito a medida que su cuerpo requiere más nutrientes para mantenerse a sí misma y a sus futuros gatitos.
- Comportamiento de anidación: al acercarse el momento del parto, es posible que la gata busque un lugar tranquilo y cómodo para dar a luz, mostrando comportamientos de anidación.
- Cambios físicos visibles: un veterinario puede realizar un examen físico para detectar cambios en el útero y los movimientos de los fetos. También pueden realizar una ecografía para confirmar el embarazo y estimar el número de gatitos.
Cuidados especiales para gatas embarazadas
El acto reproductivo es completamente natural en los animales. Si bien hay quienes acuden a la esterilización para evitar que sus mascotas tengan descendencia, hay casos en los que este escenario llega de sorpresa. En ese orden de ideas, también es importante saber qué cuidados necesitan durante el embarazo.
Para una gata embarazada es recomendable:
- Dieta adecuada: proporcionar una dieta equilibrada y nutritiva, preferiblemente comida para gatos de alta calidad formulada para gatas gestantes. Es importante alimentarla con raciones más pequeñas, pero más frecuentes a lo largo del día para evitar problemas digestivos y garantizar que reciba suficientes nutrientes para ella y sus gatitos en desarrollo.
- Hidratación: asegurarse de que siempre tenga acceso a agua fresca y limpia.
- Control veterinario regular: llevar a la gata al veterinario para chequeos regulares durante el embarazo. El veterinario puede monitorear su salud, confirmar el embarazo y brindar orientación sobre cualquier cuidado adicional que pueda necesitar.
- Ambiente tranquilo: un lugar tranquilo y cómodo para descansar es esencial, especialmente a medida que se acerca el momento del parto.
- Evitar el estrés y el movimiento brusco: minimizar el estrés y evitar cambios bruscos en el entorno de la gata. Esto puede ayudar a mantenerla tranquila y reducir el riesgo de complicaciones durante el embarazo.
- Control de parásitos: estar al día con el control de parásitos, como pulgas y gusanos.
- Monitoreo durante el parto: durante el parto, no perder de vista a la gata, pero evitar interferir a menos que sea absolutamente necesario. Por lo general, las gatas pueden dar a luz y cuidar de sus crías sin necesidad de intervención humana.