La pizza es uno de los productos de comida rápida más consumidos en Colombia y en diferentes partes del mundo. Son muchas las empresas nacionales e internacionales que la comercializan en suelo cafetero. Su precio varía de acuerdo al tamaño, calidad y precio. Es muy normal que las personas coman pizza en reuniones sociales.
Muchas personas consideran que la pizza está en un escalafón más arriba que la hamburguesa. Otras difieren totalmente de esta opinión. Lo único cierto es que es un tipo de comida rápida que cautiva por su gran sabor. Por lo general, se ingiere en la noche para la cena, aunque también se consume en el mediodía para el almuerzo.
“La pizza tiene un origen muy antiguo, ya que, este plato, formaba parte de la cocina etrusca, aunque con forma e ingredientes bastante diferentes. Esto hace que el origen exacto sea bastante incierto. No obstante, la pizza es una comida extendida por todo el mundo. Se considera originaria de Italia, más concretamente de Nápoles, de hecho se dice que las mejores pizzas y los mejores ‘pizzaiolo’ son las de los napolitanos”, dice el sitio web Verema.
“La pizza nació como un plato ‘pobre’, ya que para su preparación hacen falta ingredientes baratos: harina, aceite, levadura, sal y un horno a leña. Antiguamente, era más bien un alimento que servía de acompañante a otra comida principal (como si fuera pan)”, agrega el portal.
Es muy normal que cuando una persona compre y consuma una pizza guarde algunos pedazos para el día siguiente. Pero estos, para luego ingerirlos, deben estar bien calientes y crujientes. Por eso, la plataforma Directo al Paladar indica dos formas para calentar una pizza y que esta quede crujiente:
¿Cómo se debe calentar una pizza para que quede crujiente?
1. “Precalienta a fuego medio la sartén tapada, coloca la pizza, pon la tapa y espera unos tres o cuatro minutos, algo más si es de masa gruesa. Añade unas cuantas gotas de agua fría en un lateral y vuelve a tapar rápidamente la sartén para crear vapor. Deja calentar unos tres o cuatro minutos más”, dice.
2. “Simplemente coloca la pizza en la sartén fría, ponla al fuego con la tapa y a potencia muy baja. Deja calentar suavemente sin destapar unos ocho minutos. Comprueba ahora que la base está crujiente sin quemarse y los ingredientes de arriba se han calentado también; si prefieres que se fundan un poco más, vuelve a tapar y deja calentar unos dos o tres minutos más”, concluye.