El día a día de las personas basa una parte importante de su tiempo en el uso de los espacios del hogar, brindando las mejores condiciones para desarrollar actividades como lavar, secar, descansar y cocinar. Es indispensable tener un entorno aseado y propenso para manipular ingredientes y alimentos a consumir.
Por lo tanto, la limpieza de una estufa es esencial para mantenerla en buen estado y prolongar su vida útil. La atención que se le debe prestar en grande, ya que allí se manejan todo tipo de utensilios, objetos y condimentos que puede dejar olores o manchas.
Sin embargo, asear este espacio requiere cuidado y atención para evitar dañar sus componentes. Es viable que exista un paso a paso, desde la preparación hasta la limpieza profunda, para asegurarnos de que no se dañe en el proceso.
¿Cómo limpiar una estufa sin dañarla?
Según se conoció, existe una línea que se puede llevar a cabo para asear adecuadamente esta zona de la cocina, basándose en la preparación y el estilo para limpiar sin afectar el funcionamiento.
Paso 1: Preparación
Antes de comenzar a limpiar la estufa, es importante tomar algunas medidas de precaución:
- Desconexión de energía: si la estufa es eléctrica, desconéctela del suministro de energía eléctrica, ya sea desenchufándola o apagando el interruptor en el panel eléctrico. Si tiene una estufa a gas, asegúrese de apagar la válvula de gas.
Enfriamiento: es importante revisar que la estufa esté completamente fría antes de empezar a limpiarla. Intentar limpiar cuando está caliente puede causar daños a las superficies y representar un peligro.
Paso 2: Limpieza superficial
La limpieza superficial es importante para eliminar los derrames y la suciedad diaria de la estufa. Lo primero es retirar las parrillas y quemadores. Si es posible, quite estas partes de la zona para facilitar la limpieza de las superficies debajo. Limpie estas piezas por separado.
Segundo, elimine los restos de alimentos y derrames con un paño suave o una esponja, retirando cualquier residuo de alimentos o derrames en la superficie de la estufa. Si hay residuos pegajosos, puede usar una mezcla de agua caliente y unas gotas de jabón suave para ayudar a aflojarlos.
Es importante limpiar las perillas y los controles, las cuales también pueden acumular suciedad. Retírelos y límpielos con un paño húmedo y una solución de agua y jabón suave. Séquelos completamente antes de volver a colocarlos.
Paso 3: Limpieza profunda
Usar bicarbonato de sodio y agua: mezcle bicarbonato de sodio con suficiente agua para formar una pasta. Aplique esta pasta en las áreas sucias o manchadas de la estufa y deje que repose durante unos 15-20 minutos. El bicarbonato de sodio es suave y no dañará las superficie.
Frotar con cuidado: con un paño suave o una esponja no abrasiva, frote suavemente las áreas cubiertas de bicarbonato de sodio. El bicarbonato de sodio ayudará a aflojar la grasa y la suciedad sin rayar la superficie.
Limpiar con vinagre: después de frotar con bicarbonato de sodio, use un poco de vinagre blanco sobre las áreas que ha limpiado. El vinagre ayudará a eliminar cualquier residuo de bicarbonato de sodio y dejará un brillo limpio en las superficies.
Secar bien: es importante secar completamente la estufa con un paño limpio y seco para evitar la formación de manchas.
Paso 4: Limpieza de quemadores y parrillas
Remojo: Llene una pila con agua caliente y unas gotas de jabón suave. Coloque las parrillas y quemadores en el agua y déjelos en remojo durante al menos 15-20 minutos.
Frotar suavemente: después del remojo, use una esponja o un cepillo suave para frotar suavemente las parrillas y quemadores y eliminar la grasa y la suciedad. Evite usar abrasivos que puedan rayar las superficies.
Enjuagar y secar: Enjuague las parrillas y quemadores con agua limpia y séquelos bien antes de volver a colocarlos en la estufa.