Para nadie es un secreto que el pollo es uno de los alimentos de origen animal más conocidos y consumidos en Colombia y en diferentes partes del mundo. Una buena presa de pollo se puede encontrar en cualquier almacén de cadena o mercado como tal. El pollo completo también es posible conseguirlo en estos lugares.
Un alimento de origen animal como el pollo se puede comer en cualquier momento del día, pero es mucho más común que se consuma en el medio día, para el almuerzo, o en la noche, para la cena. Se puede preparar de diferentes maneras.
“El pollo es un ave gallinácea de carne blanca, alimento muy presente en cocinas de todo el mundo. Se trata de una carne baja en grasa y en calorías y con altos niveles de proteínas, además de un alto contenido en nutrientes y vitaminas”, dice el sitio web Can Duran.
“El pollo es rico en fósforo, un mineral esencial que nutre a los dientes y huesos, así como a los riñones y el hígado. Es fácil de digerir y es bien tolerado por quienes sufren trastornos digestivos, ya que su tejido conectivo es más fácil de desintegrar. Ayuda en la lucha contra la pérdida ósea gracias a la inyección de proteínas que aporta al organismo”, agrega.
Como cualquier alimento, por muy saludable que sea, el pollo se debe comer de una forma moderada, sin llegar a un exceso, esto con el fin de evitar o prevenir o reacciones adversas. Es indispensable adquirir uno en perfectas condiciones.
Una de las presas más populares del pollo es la pechuga. Sobre esta hay una duda muy común y esta es, ¿cómo se prepara para que quede jugosa y blanda? Pues bien, esta cuestión la resolvió el portal Directo al Paladar.
¿Cómo se debe preparar una pechuga de pollo para que quede jugosa y blanda?
“Marinar es una de las técnicas de cocina más útiles para realzar el sabor de los alimentos y cambiar su textura. Una marinada básica se prepara mezclando sal, aceite, un líquido ácido, hierbas y especias. Con ella se embadurna el pollo y solo queda esperar a que se produzca la magia. La marinada ablanda la textura de las pechugas y mejorar su sabor. No hace falta liarse con una compleja mezcla de hierbas y especias: ajo, limón, sal, aceite y perejil son suficientes para multiplicar por 10 el sabor y la jugosidad de una pechuga de pollo”, afirma la plataforma digital.