Las orquídeas son consideradas de las plantas más sofisticadas que le dan un toque diferente a las casas, gracias a que funcionan como un gran elemento decorativo. Sin embargo, es importante prestar especial atención a los cuidados que se deben tener para que luzcan bonitas y, además, florezcan.
Uno de los aspectos que más se debe tener presente es el riego. El portal Ecología Verde indica que regarlas de forma excesiva es uno de los mayores problemas que acaban con las orquídeas en los hogares.
Esto se debe a que son matas tropicales que están acostumbradas a vivir en ambientes húmedos y absorben la humedad de forma constante con sus raíces expuestas. Sin embargo, un riego abundante la ahoga y es posible que fácilmente muera.
El agua que se les otorgue depende del clima y la humedad del ambiente. Como regla general, se recomienda regarlas una vez a la semana en clima cálido y seco (o cuando sea verano), y cada dos semanas en clima fresco o húmedo (o en invierno).
El portal El Mueble explica que es importante permitir que el sustrato se seque parcialmente antes de regar nuevamente. Además, deben mojarse con agua a temperatura ambiente y evitar que se acumule en el centro de las hojas o en la base de la planta, ya que esto puede propiciar el desarrollo de enfermedades.
Lo que se debe tener en cuenta para regarla
Normalmente las orquídeas se siembran en materas o macetas especiales para ese tipo de plantas, con agujeros de drenaje tanto en la base como en los lados y, en ocasiones, de un material transparente que deje ver sus raíces, precisamente para poder tener un mejor indicador de la humedad y para que les llegue más luz.
Una vez la persona se asegure de que la matera tiene agujeros de drenaje y que el sustrato es lo bastante ligero como para permitir un paso rápido del agua, ya se puede regar teniendo en cuenta estos consejos, de acuerdo con los expertos.
- Coger la planta y colocarla bajo un chorro suave constante de agua.
- Matener la planta bajo el agua por un minuto, comprobando que todo el exceso de agua sale por los agujeros de drenaje sin estancarse en la matera.
- Pasado ese tiempo se retira la orquídea del agua, pues ya habrá absorbido buena parte de líquido que necesita.
- Una vez la planta esté drenada y con el agua suficiente ya se puede colocar en su sitio. Es fundamental revisar si el sustrato retiene o no mucha agua; de lo contrario es mejor cambiarlo por uno más ligero.
Cómo regar una orquídea por inmersión
- Llenar un plato hondo con agua.
- Se deja que la planta absorba el agua por las raíces durante un máximo de 10 minutos, pero si antes de este tiempo se evidencia que todas sus raíces ya están verdes, se puede retirar. Lo que se podrá observar es que el nivel del agua ha descendido y que el tono de las raíces ha pasado de blanquecino a un verde saludable.
- Se deja la matera en otro recipiente más grande y vacío, el fregadero, la ducha o la bañera para que vaya drenando el exceso de agua.
- Una vez se identifique que ya no sale más agua de la matera se deja de nuevo en su lugar habitual para que le llegue la luz solar.