Las orquídeas son de las plantas más llamativas para tener en una vivienda. Se caracterizan por ser de origen tropical y se distinguen por la complejidad de sus flores y por ser elementos clave en los procesos de polinización.

Se dice que es una buena planta para tener en casa porque, según la técnica milenaria del feng shui, es ideal para atraer la buena suerte, además de que es una de las mejores para ubicar en el interior del hogar, pues genera energía positiva, sin importar la especie que sea, pues hay muchas de ellas.

Además, se dice que es símbolo de fertilidad, abundancia, crecimiento espiritual, pureza y perfección, indica el portal de estilo de vida unCOMO.

Pero más allá de eso, son plantas especiales para la decoración y, si bien son fáciles de cuidar, es importante tener algunos cuidados básicos para que crezcan sanas y florezcan cada temporada, indica la revista Architectural Digest. Estos son algunos de los que se deben tener en cuenta.

Las orquídeas son de origen tropical y fáciles de cuidar. | Foto: Debra Wiseberg

Iluminación y temperatura: La luz es clave para el cuidado de las orquídeas, ya que afecta directamente a sus hojas. Lo ideal es colocarlas en espacios donde reciban luz indirecta. Asimismo, es importante ubicarlas en un ambiente con temperatura entre los 15 °C y 30 °C, debido a su origen tropical.

Riego: Se debe tener cuidado con la cantidad de agua que se aplica. Al ser una planta de origen tropical, el exceso de la misma puede dañarlas. Por ello, se recomienda regarla una vez cada siete o diez días. Es importante dejar que la tierra se seque entre riego y riego, ya que una humidificación excesiva puede favorecer el crecimiento de hongos o hacer que las raíces se pudran.

Pulverización: En el caso de las hojas, no es recomendable pulverizarlas, sino que basta con agregar algunas gotas de agua y secarlas inmediatamente con un paño limpio para que su centro no absorba la humedad.

Lo que se debe saber del trasplante

Por último, un aspecto determinante es el trasplante. Hay ocasiones en que debe realizarse este proceso, pero no hay mucha claridad de cómo debe efectuarse para no dañar la planta. Estos son consejos de expertos a tener en cuenta.

Las orquídeas deben tener unos cuidados especiales para que no se dañen. | Foto: Getty Images

El portal El Mueble indica que antes de trasplantarla se debe regar y cuidar adecuadamente. Hay que recordar que las orquídeas tienen raíces aéreas, ya que en su entorno natural suelen crecer sobre otras plantas, como los árboles. Por eso, al cultivarlas en macetas, es crucial seleccionar la maceta adecuada y utilizar un sustrato que proporcione las mejores condiciones para su crecimiento.

Este puede ser una combinación de ingredientes como turba, hojas secas, estopa de coco, carbón vegetal, musgo e incluso corteza de árbol. Esta mezcla proporciona las condiciones perfectas para el crecimiento saludable estas plantas, evitando la pudrición de raíces. Esta mezcla funciona mejor que los sustratos tradicionales y comerciales.

Pasos a seguir

Quitar la maceta vieja. El primer paso es retirar con precaución la orquídea de su maceta anterior. Si las raíces están firmemente adheridas al recipiente, se pueden aflojar suavemente con las manos. En caso de que las raíces de la planta hayan crecido a través del fondo de la maceta, es viable cortarla cuidadosamente para facilitar su extracción.

Quitar el sustrato viejo. Asegurarse de limpiar cuidadosamente el sustrato viejo para dejar al descubierto las raíces, evitando dañarlas en el proceso. Se deben limpiar las raíces con agua tibia para eliminar cualquier resto de sustrato.

Las orquídeas pueden trasplantarse siguiendo algunas recomendaciones. | Foto: Elizabeth Fernandez

Eliminar las raíces dañadas o secas. En recomendable eliminar cualquier raíz podrida o seca para dar espacio a las nuevas y fomentar un crecimiento saludable. Utilizar tijeras bien afiladas y desinfectadas para realizar los cortes necesarios. Sin embargo, se debe evitar el daño de las raíces verdes y sanas, ya que son vitales para el crecimiento de la orquídea.

Plantar la orquídea en la maceta nueva. Se comienza vertiendo una capa inicial de sustrato en la nueva maceta. Luego, se coloca la orquídea asegurándose de que los extremos de las raíces estén dentro del recipiente y gírelos suavemente hasta que todas las raíces aéreas queden dentro.

Rellenar con suelo fresco. Una vez que la orquídea esté colocada adecuadamente, se comienza a rellenar con sustrato fresco desde los lados de la maceta y distribuirlo alrededor de las raíces. Es importante asegurarse de que no haya espacios vacíos entre las raíces y el sustrato.

Posteriormente, se debe evitar el riego durante una semana, no se debe aplicar fertilizante y se deben rociar las hojas a diario.