Para nadie es un secreto que los fríjoles son de los alimentos de origen vegetal más saludables que existen. Son muy consumidos en Colombia y en diferentes partes del mundo. En el territorio nacional, son el ingrediente principal para una comida típica del departamento de Antioquia, la bandeja paisa.
Hace parte, como bien se sabe, de la familia de las legumbres. Los fríjoles se pueden encontrar con una gran facilidad en cualquier supermercado de barrio o almacén de cadena. Pueden hacer parte de muchos tipos de preparaciones culinarias.
“El fríjol pertenece al grupo de las leguminosas, que son buena fuente de proteínas. Son deficientes en aminoácidos azufrados (metionina y cisteína) pero son ricas en lisina. Por lo anterior, su consumo puede ser complementado con cereales (que son deficientes en lisina). Ejemplo de esta complementación nutrimental de proteína son los múltiples platillos mexicanos que conjuntan al fríjol con el maíz, que unen los aminoácidos procedentes del cereal (maíz) y leguminosa (fríjol) mejorando el valor nutricional del platillo”, indica el sitio web Biodiversidad Mexicana.
“El fríjol tiene un bajo índice glucémico (IG), a pesar de su alto contenido de almidón y otros carbohidratos, pues al comerlo no eleva marcadamente la glucosa en sangre. Presenta un IG=30, y cuando se combina con tortilla y salsa de jitomate el índice glicémico se mantiene bajo (IG=39), cuando la tortilla sola puede tener hasta un IG de 52″, agrega.
Es muy común que, antes de llegar a preparar un alimento como el fríjol, este se someta a un remojo. Son muchas las razones por las que este alimento de origen vegetal se debe remojar. Pero, no todas las personas lo hacen de la misma forma.
Existen técnicas especiales que ayudan a que los fríjoles se remojen de la mejor forma posible. Un malo proceso de este tipo puede hacer que su elaboración se altera. El portal Cocina Fácil indica la mejor forma para remojarlos:
¿Cómo se deben remojar los fríjoles antes de cocinarlos?
“En primer lugar, necesitarás tanta agua dependiendo de cuántos fríjoles quieras preparar. Estos deben estar completamente sumergidos. Se calcula, aproximadamente, 4 litros de agua por cada kilo de fríjoles. De preferencia, el agua debe estar tibia para que se ablanden mejor. Deja los fríjoles remojando toda la noche. Pasado el tiempo, escúrrelos con ayuda de un colador para eliminar impurezas (como piedritas, que son muy comunes en los fríjoles). Finalmente, lávalos y estarán listos para cocinarse”, afirma.