Hoy en día existen diferentes productos de tabaco. Uno de ellos son los cigarrillos electrónicos o cigarrillos-e, dispositivos para fumar que funcionan con baterías; son muy similares a los cigarrillos, pero funcionan de manera diferente. Al uso de este dispositivo se le conoce como “vapear”, de acuerdo con MedlinePlus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.
Los cigarrillos electrónicos están disponibles en muchas formas y tamaños, pues pueden lucir como cigarrillos, cigarros (puros), pipas, bolígrafos, dispositivos de memoria USB, entre otros, según la Sociedad Americana Contra el Cáncer.
Sin embargo, consumir nicotina en la adolescencia puede dañar las partes del cerebro que controlan la atención, el aprendizaje, el estado de ánimo y el control de los impulsos. De hecho, usar estos elementos en la adolescencia también podría aumentar el riesgo de la adicción a otras drogas en el futuro.
Con el objetivo de reducir gradualmente el número de cigarrillos que fuma o la cantidad de veces que vapea o usa otros productos del tabaco, la plataforma Go red for women, enlistó algunos consejos que podrían ayudar a dejar de fumar, minimizando los efectos negativos que provoca en la salud (y la de los familiares que rodean al fumador).
- Deje de fumar definitivamente: la persona debe dejar de fumar para siempre, un método que a muchos le funcionan mejor porque no alarga el proceso.
- Reducir el número de cigarrillos diarios o la cantidad de veces que vapea: generalmente se debe reducir a la mitad, al menos, durante dos o tres días, y así hasta dejarlo por completo. Eso sí, lo ideal es realizar un seguimiento en el calendario para llevar un control de su objetivo.
- Otra buena alternativa es el uso de medicamentos para dejar el tabaco.
- También es importante rodearse de personas que lo apoyen y lo mantengan al margen de la tentación de llevarse un vapeador a la boca.