Con el paso del tiempo, el desgaste y los productos que se usan para la limpieza del colchón, pueden generar manchas amarillas y oscuras tanto en la superficie como en el forro del colchón. Adicional a ello, se suman otros factores que influyen en su deterioro, tales como la suciedad incrustada, el sudor, la orina e incluso otras sustancias.
Además, este es uno de los elementos del hogar en el que más se acumulan bacterias. Si no se mantiene una limpieza constante se pueden encontrar ácaros, los cuales pueden provocar alergias en el ser humano.
Según explica Mayo Clinic, los síntomas de alergia a los ácaros de polvo son constantes estornudos y goteo de la nariz. En algunas personas esta alergia puede complicarse y presentar síntomas graves como asma y dificultad para respirar.
Los ácaros ocasionados por el polvo, son pequeños, tanto que ha simple vista no se pueden ver. Estos organismos se alimentan de las células de la piel que pierden las personas. También, suelen pasarse en la ropa de las camas, los muebles que están tapizados y los elementos que tengan el material de la alfombra.
Por tal razón, es importante que se haga una limpieza adecuada del colchón, sin tener la necesidad de hacer un cambio oportuno de él, pues existe una forma eficaz de eliminar sus manchas y bacterias sin que deba mojarlo. Solamente debe tener estos dos ingredientes que ayudarán a dejarlo como nuevo.
Así debe limpiar un colchón sin mojarlo
- Bicarbonato de sodio: la desinfección de un colchón utilizando bicarbonato es una técnica efectiva para mantenerlo limpio, eliminar ácaros y bacterias, y neutralizar olores. Para ello, solo debe espolvorear este producto en todo el colchón, dejarlo actuar por una hora y aspirar el exceso.
Aunque, es importante que siga las instrucciones del fabricante del colchón y, en caso de tener manchas difíciles o preocupaciones específicas, considerar la consulta con un profesional de limpieza.
- Sal: este ingrediente de cocina permite quitar todo tipo de manchas y cumplir con el mismo funcionamiento que hace el bicarbonato. Además, tiene el mismo procedimiento que el producto anterior, pero con la única diferencia es que debe frotarlo con un trapo, especialmente donde hay manchas de sangre o partes de color amarillo.
¿Cada cuánto hay que cambiar de colchón?
No existe una regla fija sobre cada cuánto se debe cambiar un colchón, ya que esto puede variar dependiendo de varios factores, como la calidad del colchón, el uso que se le dé y las preferencias personales.
La mayoría de los colchones de buena calidad suelen durar entre siete y diez años. Después de este período, es posible que comiencen a perder su firmeza y apoyo, lo que puede afectar la calidad del sueño y la comodidad.
Entre tanto, hay que mencionar que dependiente del colchón que se tenga, puede ser beneficioso rotarlo cada tres a seis meses para distribuir el desgaste de manera más uniforme.