El óxido es un problema común que se presenta en los electrodomésticos y es un problema molesto para muchas personas, pues estéticamente no es agradable, pero es importante entender que el óxido se forma cuando el metal (generalmente acero o hierro) entra en contacto con el oxígeno y la humedad.
No obstante, existen trucos eficaces que ayudan con la remoción del óxido, y solo hay que seguir los siguientes pasos:
1. Preparación: es importante que antes de realizar la limpieza se verifique que la estufa esté desconectada y fría. En seguida, hay que retirar las piezas desmontables de la estufa.
2. Limpieza inicial: con un paño limpio hay que retirar el exceso de grasa.
3. Eliminación del óxido: existen varias formas de eliminar el óxido, como:
- Lijado: se puede utilizar una lija de grano grueso para eliminar el óxido suelto, y solo hay que realizar suaves movimientos circulares. Después, se debe utilizar una lija de grano más fino para un acabado más suave.
- Cepillo de alambre: como en muchas zonas la lija no logra retirar el óxido, es necesario utilizar un cepillo de alambre hasta que el óxido se elimine por completo.
- Productos químicos de eliminación de óxido: en el mercado existen varios productos que ayudan a retirar el exceso de óxido, y solo hay que aplicar el producto en las zonas afectadas. Se espera que actúe y se retira.
4. Limpieza y mantenimiento: una vez que se retire todo el óxido de la estufa hay que limpiarla con un desengrasante y un paño húmedo.
Finalmente, es importante tener presente que la prevención es clave para evitar la formación de óxido en la estufa. Por ello, hay que intentar mantenerla seca y libre de humedad.
Asimismo, es recomendable no dejar líquidos derramados o alimentos quemados en la superficie durante mucho tiempo, ya que esto puede acelerar la corrosión.
Ahora bien, otra recomendación es seguir las instrucciones del fabricante para el cuidado y mantenimiento de la estufa, pues de esta forma se evitarán daños.