Los ácaros son insectos microscópicos que están en todos los tejidos, como los del colchón, las almohadas y las alfombras, entre otros, y actúan como alérgenos que ocasionan alergia, y otros síntomas, como: piel escamosa o que pica, enrojecimiento, aumento de la sensibilidad de la piel, sensación de ardor y piel que se siente áspera como papel de lija.
Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, reveló que otros síntomas son:
- Estornudos.
- Goteo de la nariz.
- Ojos rojos, llorosos o con picazón.
- Picazón en la nariz, el paladar o la garganta.
- Goteo nasal posterior.
- Tos.
- Dolor y presión facial.
- Piel azulada e inflamada debajo de los ojos.
- En el caso de un niño, frotarse la nariz hacia arriba con frecuencia.
“Una alergia a los ácaros del polvo puede ser de leve a intensa. Un caso leve de alergia a los ácaros del polvo puede provocar goteo ocasional de la nariz, ojos llorosos y estornudos. En los casos intensos, la afección puede ser continua (crónica), de modo que genera estornudos constantes, tos, congestión, presión facial, un brote de eczema o un ataque intenso de asma”, puntualizó la entidad sin ánimo de lucro.
¿Cómo eliminar los ácaros?
El portal portugués de salud, nutrición y bienestar, Tua Saúde, reveló algunos consejos para eliminar los ácaros:
- Dejar la casa bien aireada y ventilada para evitar la humedad.
- Eliminar las alfombras y los tapetes de la casa, en los casos donde esto sea posible; si no es posible, se deben limpiar regularmente con una aspiradora de vapor, pues aspirarlas no basta para eliminar los ácaros, pues estos se aferran al tejido con sus patas.
- Lavar las sábanas, las cobijas y los forros de las almohadas y colchones una vez por semana, debiendo tener el cuidado de colocar suficiente jabón, usar un ciclo largo y agua caliente (alrededor de 50 °C), además de no sobrecargar la máquina de la lavadora con mucha ropa.
- Utilizar una funda protectora en las almohadas y colchones que se pueda quitar y lavar con regularidad.
- Dejar las almohadas, los cojines y los colchones expuestos al sol, ya que ese calor reduce la humedad y crea un ambiente poco propicio para el desarrollo de los ácaros, aunque no es eficaz para eliminarlos.
- Eliminar en lo posible las cortinas, sustituyéndolas por persianas; si esto no es posible, deben lavarse regularmente.
- Eliminar plantas, libros, adornos y exceso de muebles dentro de las habitaciones, pues esto tiende a acumular mayor cantidad de polvo.