La papa es uno de los alimentos que más se producen alrededor del mundo. Su gran cantidad de variedades y la versatilidad para realizar diferentes preparaciones la ha convertido en una de las principales fuentes de alimento en varias partes del mundo, en donde no puede faltar dentro de la dieta diaria de las personas.
Por sus propiedades es considerada uno de los alimentos que no puede faltar en las dietas saludables, incluso, son muchas las personas que han optado por sembrarla en su propia casa y así conservar al máximo su frescura. Sin embargo, cuando se busca calidad, hay que tener en cuenta ciertos detalles que garantizarán que este tubérculo pueda ser consumido con toda confianza.
Pasos para una buena siembra
Lo primero que hay que tener en cuenta cuando se piensa en sembrar papa es verificar el buen estado del suelo. Si este se encuentra en buenas condiciones, lo más probable es que los resultados también sean de calidad.
Es necesario que la tierra tenga un buen drenaje para evitar que se formen charcos y que haya suficiente espacio entre una mata y la otra, pues el tubérculo necesita tener un buen espacio para poder crecer.
Paso a seguir, hay que preparar las papas para poderlas sembrar. Se puede escoger la variedad que más le llame la atención, pero eso sí, debe estar en muy buen estado.
Una vez tenga las papas listas, corte cada una en 2 o 3 trozos en función de su tamaño. Así optimizarás la producción llegando a obtener varias plantas de cada patata. Se aconseja cortarlas unos días antes de sembrarlas para que los cortes cierren.
Luego entierre las papas partidas a unos 20 o 25 cm de profundidad, dejando una distancia de 35 cm entre cada una en la línea. Si ha decidido hacer este proceso en casa, necesitará utilizar maceteros individuales para dejar un solo pedazo por cada uno, ya que cuando se desarrolle lo ocupará por completo a menos que sea realmente grande. Si la siembra es en un huerto, use varios surcos dejando unos 70 centímetros entre cada planta.
Las papas necesitan de ciertos cuidados importantes
Una vez sembrada la papa no quiere decir que ya haya terminado la tarea, por el contrario, ahora es cuando usted debe supervisar su crecimiento para que crezca de la manera adecuada.
Algunos de los aspectos que no se pueden dejar de lado son los siguientes:
- Uno de los principales enemigos de las patatas son las malas hierbas, que son las que aparecen de forma espontánea alrededor de la planta. Es necesario mantener la tierra limpia y quitar estas matas, sobre todo mientras la planta de papa está pequeña.
- Las papas necesitan tener potasio en el suelo en donde crecen y este se le puede añadir en forma de fertilizante granulado o enterrando en el suelo hojas de albahaca o saúco.
- Estos tubérculos requieren de riego, pero no en exceso, por lo que es importante implementar un goteo para que permanezcan con la humedad que requieren.
- Además, el cultivo de la papa exige de un aporcado, es decir, cubrir con tierra la base de la planta conforme los tubérculos empiezan a crecer, evitando así que queden expuestos en la superficie. De no hacerse, las patatas se verdearán, volviéndose tóxicas para el consumo.
- Como detalle final, no se aconseja sembrar la papa dos veces en la misma tierra, lo mejor es rotarla.