El ejercicio tiene importantes beneficios para la salud del corazón, el cuerpo y la mente, ya que contribuye a la prevención y gestión de enfermedades no transmisibles, como las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y la diabetes, y reduce los síntomas de la depresión y la ansiedad, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Además, las nuevas directrices de la OMS recomiendan por lo menos de 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada o vigorosa por semana, para todos los adultos, incluidas las personas que viven con afecciones crónicas o discapacidad, y un promedio de 60 minutos al día para los niños y adolescentes.
No obstante, es normal no tener energía a la hora de hacer ejercicio, pero afortunadamente existen algunas recomendaciones que sirven para aumentarla:
1. Consumir una comida equilibrada: esta debe incluir carbohidratos, proteínas y grasas saludables, como, por ejemplo, un tazón de avena con plátano y nueces, un batido de proteínas con frutas y espinacas o una tostada integral con aguacate y huevo.
2. Hidratación: la hidratación le permite mantener un buen equilibrio de líquidos en el cuerpo, y por lo general la mayoría de los hombres necesitan aproximadamente 13 tazas de líquido al día y la mayoría de las mujeres necesita cerca de nueve.
3. Consumir snacks energéticos: en muchas oportunidades no hay tiempo para preparar una comida equilibrada, pero existen snacks que proporcionan una rápida fuente de energía como, por ejemplo, los plátanos, yogur griego, nueces, barras de proteínas o frutas deshidratadas.
4. Suplementos nutricionales: los suplementos nutricionales, como la cafeína, la beta-alanina y los aminoácidos de cadena ramificada (BCAA) pueden ayudarte a aumentar la energía antes del ejercicio. Sin embargo, antes de consumir algún suplemento, es importante consultar un experto de la salud.
5. Dormir bien: Mientras se duerme, el cuerpo recupera la energía desgastada en el día, y lo ideal es dormir entre siete y nueve horas por noche.
6. Reducir el estrés: el estrés crónico puede agotar las reservas de energía y afectar negativamente la capacidad para hacer ejercicio.
7. Escuchar música motivadora: la música tiene efectos positivos en el cerebro, y esta puede aumentar el entusiasmo y la motivación.
Ahora bien, las personas se preguntan cuál es la mejor hora para hacer ejercicio, y por ello, los expertos aseguran que es una cuestión de preferencia, gusto y horarios. Lo importante es cumplir los objetivos diarios.
De todos modos, varios entrenadores dijeron que ejecutar alguna actividad física en la noche reduce el estrés del día y por tal motivo mejora la calidad del sueño, ya que las personas se duermen más rápido y duran más tiempo en la etapa del sueño profundo, pero para otros entrenadores la mejor hora para entrenar es la mañana, por el hecho de que no existirán excusas porque es la primera actividad del día y no se podrá aplazar por imprevistos como mucho trabajo o cansancio.