La salud sexual es un aspecto clave para la vida del ser humano, esta permite la protección a ciertas enfermedades de transmisión sexual, así como evitar embarazos no deseados que puedan comprometer los planes de vida tanto de hombres, como de mujeres.
A partir de esto, durante los últimos años se han producido farmacéuticamente distintos métodos anticonceptivos, con el fin de que las parejas puedan planificar el momento en que desean tener hijos, entre los cuales se suelen resaltar, las pastillas anticonceptivas, los condones, los implantes anticonceptivos, o en el último caso, la pastilla del día después.
Esta última suele ser altamente reconocida, en especial a partir de su uso en caso de errores o fallos en los métodos anticonceptivos previamente mencionados, esta píldora suele poseer ciertas puntualidades en su uso, sin embargo, no posee una efectividad del 100 %, por lo que se suele recomendar poseer otro de los métodos previamente mencionados como respaldo.
Esta píldora suele ser fácilmente adquirida en cualquier farmacéutica, sin embargo, lo principal es considerar su forma de uso.
Según explica Mayo Clinic, una vez consumado el acto sexual, se recomienda que la mujer tome la pastilla del día después entre las próximas 72 horas. Por otro lado, en caso de que se use protección, pero igualmente se desea una mayor seguridad, se suele recomendar tomarla en un periodo de tiempo máximo de 120 horas.
En caso de que este uso se realice fuera de dichos lapsos, su efectividad puede comenzar a variar, o incluso ser totalmente nula.
De llegar a vomitar en un tiempo comprendido por las primeras 2 horas después de usar la pastilla, se recomienda comunicarse con un profesional de la salud, el cual especifique si es necesario tomarla nuevamente.
Cabe aclarar de igual manera que esta protección es puntual y no duradera, por lo que se recomienda no tener relaciones sexuales hasta poder establecer un nuevo método anticonceptivo, ya que aunque se haya tomado la pastilla del día después, esta no ofrece protección por días o semanas después de su consumo, por lo que no se recomienda su uso frecuente.
¿Qué cambios puede producir?
Este método conceptivo, al igual que tantos otros, puede llegar a generar algunos cambios en el organismo, como, por ejemplo, modificaciones en el ciclo menstrual, produciendo atrasos de hasta semanas, sin embargo, en caso de que este llegue a no manifestarse por tres semanas o incluso un mes de retraso, se recomienda realizar una prueba de embarazo.
Cabe mencionar, de igual forma, que en caso de presentarse sangrados, o dolores abdominales de manera anómala, después de realizar este uso, se recomienda visitar a un médico especializado en la brevedad de lo posible, el cual analice las posibles causas de estos daños, y los trate de manera correcta.
En este tipo de casos es importante no alarmarse hasta visitar a un médico, ya que estos dolores se pueden presentar por distintas razones, como por ejemplo, un aborto espontáneo o un embarazo ectópico.
De esta forma, se resalta la importancia de la responsabilidad sexual, con el fin de evitar dichos daños, y cuidar no solo la integridad física y personal, sino también la salud de la persona con la que se sostiene estas relaciones de carácter íntimo.