La piel de los pies es una de las zonas del cuerpo a las que menos se les presta atención. Esta es una de las más susceptibles a resecarse e incluso enfrentar infecciones por cuenta de posibles grietas que se forman.

La resequedad se da debido principalmente a que la piel no se hidrata de manera correcta, pero en ocasiones también está relacionada con el uso de zapatos no adecuados o cuando se camina mucho tiempo descalzo, pudiendo además causar otras molestias como comezón o ardor.

Además de eso, cuando la pisada es incorrecta o desequilibrada, es posible que provoque más presión en algunas partes del pie, ocasionando sequedad y durezas en zonas específicas, precisa el portal de bienestar y salud Tua Saúde.

La piel del pie es diferente a la del resto del cuerpo, según información del portal Podo Activa. “Se caracteriza por tener un mayor número de células adiposas. Es decir, un mayor espesor para amortiguar el continuo roce al caminar, llegando a ser 50 veces más gruesa que la de la zona de la mejilla de la cara. Además, es pobre en sustancias grasas y, por este motivo, no cumple correctamente su función hidratante”, precisa.

Teniendo en cuenta esta realidad, es importante adoptar medidas tendientes a cuidarla y evitar que se lastime o enfrente infecciones. Mantenerla hidratada es clave para conservar su elasticidad y buen funcionamiento, por ello, la aplicación de cremas y aceites evita que los pies se resequen y agrieten.

El bicarbonato es un gran aliado para realizar remedios naturales. | Foto: Getty Images
El bicarbonato es un gran aliado para realizar remedios naturales. | Foto: Getty Images

Truco con bicarbonato

El portal web Medical News Today destaca el uso del bicarbonato de sodio para eliminar la resequedad y durezas, como los callos, que se forman en los pies.

  • En un recipiente, añadir dos cucharadas de agua y la cantidad suficiente de bicarbonato de sodio para obtener una pasta.
  • Agregar varias gotas de jugo de limón.
  • Revolver muy bien.
  • Aplicar la pasta en las zonas donde hay callos o resequedad.
  • Cubrirlas con medias o vendas.
  • Repetir el tratamiento en las noches.
Los callos pueden llegar a ser molestos, generar dolor y muy poco estéticos. | Foto: Jodi Jacobson

Recomendaciones para el cuidado de los pies

Por tal razón, la entidad sin ánimo de lucro enumeró algunos consejos que pueden ayudar a evitar el pie de atleta o aliviar los síntomas, si hay infección:

  • Mantener seca la parte que está entre los dedos: Estar descalzo para airear los pies todo lo que se pueda mientras se está en casa. Secar la zona entre los dedos luego de un baño o una ducha.
  • Cambiarse las medias regularmente: Si los pies están muy transpirados, se deben cambiar las medias dos veces al día.
  • Utilizar zapatos livianos y con ventilación: Evitar usar zapatos hechos con materiales sintéticos, como vinilo o goma.
  • Alternar los zapatos: No usar el mismo par de zapatos todos los días para que puedan secarse luego de que se usan.
  • Proteger los pies en lugares públicos: Usar sandalias o zapatos para el agua cuando se está en piscinas públicas, duchas y vestuarios.
  • Tratar el pie: Usar talco en el pie diariamente, preferentemente talco antifúngico.
  • No compartir los zapatos: El intercambio puede propagar una infección fúngica.