La nevera es uno de los electrodomésticos clave para tener en casa. Es ideal para conservar en una buena condición los alimentos y alargar su vida útil. Sin embargo, para ello es muy importante tener presente la temperatura, pues del enfriado adecuado depende la conservación de los productos.
Este es un aspecto determinante para que la nevera cumpla adecuadamente con su función tanto en la parte de del refrigerador como la del congelador, y que también permita ahorrar en la factura de la luz. Cuando ese nivel no se encuentra bien graduado es posible que ocasione más gasto de energía.
Elegir una temperatura adecuada permitirá que los alimentos se mantengan más tiempo frescos, que duren más y de paso se desperdicie menos comida. Gracias al proceso de refrigeración se consigue un retraso en el crecimiento de microorganismos como bacterias que pudieran encontrarse en los alimentos, manteniendo así unas buenas condiciones de seguridad para poder consumir los diferentes productos sin riesgos.
El portal Gastrolab indica que las bajas temperaturas son uno de los factores más importantes que se tienen que vigilar cuando se trata de mantener la comida en buen estado. Sin embargo, la temperatura debe ser muy específica para que la nevera cumpla en realidad con su propósito.
La importancia de la refrigeración
En el caso de la refrigeración, esta debe ser de 4°C, en promedio, o menos; mientras que el congelador debe estar a -17°C. Se considera que estos son los niveles ideales para la seguridad de los alimentos.
Por otro lado, además de mantener la nevera en una temperatura adecuada es clave conservarla limpia, pues en ocasiones no se asea de la manera adecuada y esto permite que se desarrollen bacterias y otro tipo de microorganismos que deben mantenerse al margen.
Por esta razón es importante realizar limpiezas frecuentes y estas son algunas recomendaciones para cumplir a cabalidad con este proceso.
- Desenchufar la nevera. La primera recomendación es desconectar el aparato de la corriente, afirma un artículo publicado en el diario La Vanguardia. De esta manera no solo se ahorra energía, sino que se podrá trabajar de manera más cómoda sin que el sonido de la puerta se active de manera frecuente.
- Sacar los alimentos. Lo ideal es vaciar la nevera sacando los productos que allí se encuentran.
- Retirar las piezas que se pueden quitar. Sacar los cajones, las bandejas y las otras partes es recomendable para realizar un mejor lavado.
- Agua y jabón. Lo ideal es utilizar un jabón neutro para no generar olores fuertes o aromatizados al interior de la nevera. También pueden utilizarse otros elementos como vinagre o limón.
- Focos de contaminación. Es importante limpiar las asas de apertura de la nevera, pues en ellas se concentra la mayor contaminación de bacterias, dicen los expertos.
De acuerdo con el portal Mejor con Salud, además del vinagre existen otros productos con los cuales se puede desinfectar la nevera de forma natural. En este caso puede hacerse uso de bicarbonato de sodio, sustancia que ayuda a limpiar a profundidad, gracias a que ayuda a remover los restos que hayan quedado adheridos en zonas difíciles de limpiar, a la vez que es bueno para eliminar olores.