Tener un jardín hermoso y bien cuidado puede llegar a ser uno de los objetivos de algunas personas, así como las plantas, los árboles y las flores le dan vida y personalidad a cualquier espacio exterior, sin embargo, algunas especies tienden a tener raíces invasivas que pueden causar daños significativos.

De acuerdo, al medio Gardening Know How, los primeros signos de tener problemas con un árbol son las raíces invasoras, así mismo, las grietas en el suelo, baldosas desalineadas o abultamientos en el césped. Además la superficie del tronco comienza a elevarse y deformarse.

Evite tener árboles con raíces invasoras cerca de su casa con estas recomendaciones. | Foto: El País

En estos casos es fundamental tomar una serie de medidas para lograr el menor impacto posible de este tipo de árboles. La primera recomendación es podar las que causan daño, siempre que esto no ponga en riesgo su estabilidad o considerar reemplazar la opción del árbol por una especie menos invasiva.

Hay ciertas especies de árboles que tienen fama de tener raíces muy agresivas, según informa la empresa australiana The Relining. Entre los principales culpables se encuentran el ficus, el sauce llorón, el Álamos, el pino y el eucalipto.

1. Ficus: raíces invasivas y peligrosas

El ficus es conocido por sus raíces extremadamente agresivas, que pueden extenderse a grandes distancias en busca de agua. Este árbol, aunque ornamental y atractivo, puede causar serios daños al levantar pavimentos, romper tuberías e incluso dañar la estructura de las casas si se planta demasiado cerca. Es preferible plantarlo en espacios amplios donde sus raíces tengan suficiente libertad para expandirse.

2. Sauce llorón: gran alcance de raíces

El sauce llorón es otro árbol que debe evitarse en jardines pequeños o cerca de construcciones. Sus raíces crecen en busca de fuentes de agua, como tuberías o sistemas de drenaje, lo que puede ocasionar rupturas y bloqueos. Aunque es un árbol hermoso y de aspecto nostálgico, requiere amplios espacios lejos de estructuras para no causar problemas.

3. Álamos: rápido crecimiento y raíces invasivas

Los álamos crecen rápidamente y tienen raíces que pueden levantar el suelo en poco tiempo. Esta especie es ideal para áreas rurales o grandes terrenos, pero no es recomendable para jardines domésticos. Sus raíces son propensas a dañar aceras, pisos y sistemas de tuberías cercanos.

4. Eucalipto: gran tamaño y raíces destructivas

El eucalipto es un árbol de rápido crecimiento y gran tamaño, pero sus raíces profundas y extensas lo hacen inadecuado para jardines pequeños. Además de levantar el piso, el eucalipto consume grandes cantidades de agua, lo que puede afectar otras plantas y el equilibrio del suelo. Este árbol es más adecuado para plantaciones forestales o terrenos alejados de viviendas.

5. Pinos: raíces superficiales y expansivas

Aunque los pinos son muy decorativos, sus raíces superficiales pueden extenderse ampliamente, levantando el piso y dañando estructuras cercanas. Además, sus agujas caídas pueden acidificar el suelo, dificultando el crecimiento de otras plantas en el jardín. Es mejor plantarlos en espacios abiertos y alejados de construcciones.

Hay opciones de árboles menos invasores para su jardín. | Foto: Getty Images

Por otro lado, también hay opciones menos invasivas y de crecimiento más controlado que pueden ocupar el rol de estos árboles:

  • El árbol de Judea: Tiene un porte hermoso y sus raíces no suelen ser problemáticas.
  • La magnolia: Ofrece una sombra agradable y flores hermosas sin los problemas de raíces invasivas.
  • El ciruelo de jardín: Es ideal para jardines pequeños y aporta un toque ornamental con sus hojas de color púrpura.
  • La acacia de Constantinopla: Con su follaje delicado y hermoso, tampoco suele causar problemas con sus raíces.