La llegada de un bebé a casa cambia cualquier rutina y cuidado que se tenga establecido; siempre será necesario adoptar nuevas costumbres que sirvan para proteger la ida y la salud del pequeño.
A medida que crecen, y de acuerdo a su desarrollo, las necesidades irán cambiando y habrá que ir haciendo ajustes a la forma en cómo se visten, a los espacios donde descansan, a los lugares donde duermen y a otros sitios de la casa donde comenzarán a pasar más tiempo.
Sin embargo, así como el bebé irá cambiando de ambiente para ir fortaleciendo su desarrollo y sus capacidades, también habrá que vestirlo y prepararlo para esto, por lo que a muchos padres de familia les surge la pregunta sobre a qué edad es indicado ponerle zapatos.
Al respecto, algunos expertos pediatras son claros en señalar que durante los primeros meses de vida es importante que el pequeño responda a ciertos estímulos que le ayuden a desarrollar su inteligencia, a conocer su entrono y a formar y fortalecer su cuerpo, situaciones en las que los pies son fundamentales.
El contacto de los pies con el suelo es clave para que los músculos de sus piernas se fortalezcan; además, le permitirá experimentar diferentes texturas dependiendo el lugar donde interactúe o en los que comience a dar sus primeros pasos.
Ya sea dentro de la casa, donde puede hacerlo en baldosa, madera u otro tipo de superficies; o fuera de ella, donde hay la posibilidad de caminar sobre pasto, tierra o arena, siempre será prudente que el pequeño dé sus primeros pasos descalzo o que gatee sobre estos materiales para que sus manos y pies tengan contacto con ella.
Los pediatras también coinciden en señalar que después de los 9 meses es indicado irlos acostumbrando a usar zapatos, por lo que se atreven a señalar que hay que pasar de unos modelos suaves a otros un poco más compactos que le brinden comodidad y que les permita pisar con más firmeza para comenzar a caminar de forma mucho más regular.
Lo ideal, según los expertos, es que para el año ya estén utilizando zapatos de una suela de goma mucho más cómoda que los proteja de golpes contra estructuras como paredes o muebles.
De igual forma, es necesario saber y conocer el clima en el que el bebé se desarrolla, pues dependiendo de la temperatura también se pueden escoger los materiales y la forma de los zapatos, pues dependerá si es cálido o frío la forma como el nuevo caminante transpire y necesite ventilar sus pies.
Por último, la recomendación es la de utilizar zapatos que no necesiten cordones para ajustarse, pues este elemento puede resultar peligroso para la integridad de los pequeños, teniendo en cuenta que gracias a su curiosidad pueden sacarlo por completo y lastimarse con él.
También, es prudente evitar zapatos con algunos accesorios que se puedan desprender o caer con facilidad, pues estos elementos pueden ser tragados por los bebés, algo que derivaría en una emergencia.
En este sentido se recomienda utilizar calzado con cierres de velcro o simplemente que sean ajustables, algo muy común en el mercado.