La cerveza es una bebida alcohólica producida al fermentar sin destilar azúcar en un medio acuoso, de acuerdo con la Fundación Española de la Nutrición.
La entidad explicó además que la cerveza común se obtiene de cebada malteada y del lúpulo que es usado como aromatizante, agregando también su sabor amargo.
Adicional, indicó que aporta agua, fósforo, vitamina B12 y niacina. Es más, señaló que el consumo moderado de alcohol etílico aumenta el colesterol HDL (colesterol bueno), reduce el riesgo de enfermedades y accidentes cardiovasculares y está asociado con el retraso de la aparición de la menopausia.
Asimismo, contiene folatos que son asociados a la reducción del riesgo a sufrir anemia megaloblástica y malformaciones en la médula espinal, polifenoles que son antioxidantes naturales que participan potencialmente en la protección contra enfermedades cardiovasculares y en la reducción del envejecimiento del organismo, y algo de fibra soluble.
No obstante, es importante no exceder su consumo, pues se corre el riesgo de emborracharse, y lo anterior suele suceder, después de consumir de tres a cuatro cervezas en el lapso de una hora, aunque es importante tener presente que también depende de la edad, masa muscular, peso corporal, y tolerancia al alcohol.
De hecho, hay que indicar que, según Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, el alcohol en exceso afecta el habla, la coordinación muscular y los centros vitales del cerebro.
Es más, un consumo excesivo de alcohol puede, incluso, provocar un coma que ponga en riesgo la vida o la muerte. Esto es especialmente preocupante cuando se toman determinados medicamentos que también deprimen la actividad cerebral.
“El alcohol deprime el sistema nervioso central. En algunas personas, la reacción inicial puede ser una sensación de aumento de energía, pero a medida que se continúa bebiendo, genera somnolencia y se pierde el control de las acciones”, explicó la entidad sin ánimo de lucro.
¿Qué se considera un trago?
El National Institute on Alcohol Abuse and Alcoholism (Instituto Nacional contra el Abuso de Alcohol y el Alcoholismo) define un trago estándar como cualquiera de los siguientes:
- 12 onzas (355 mililitros) de cerveza regular (aproximadamente 5 % de alcohol)
- De 8 a 9 onzas (237 a 266 mililitros) de licor de malta (aproximadamente 7 % de alcohol)
- 5 onzas (148 mililitros) de vino (aproximadamente 12 % de alcohol)
- 1,5 onzas (44 mililitros) de licores fuertes o destilados (aproximadamente 40 % de alcohol)
Recomendaciones para el consumo seguro de alcohol y para prevenir una resaca
- Beber lentamente las bebidas alcohólicas y con el estómago lleno.
- Beber las bebidas alcohólicas con moderación. Las mujeres no deben consumir más de un trago por día y los hombres no más de dos tragos por día.
- Tomar un vaso de agua entre los tragos que contengan alcohol.