La seguridad alimentaria es una preocupación fundamental en la vida cotidiana de las personas. Uno de los aspectos más importantes para garantizar esta seguridad es la manipulación y el almacenamiento adecuado de los alimentos. La temperatura a la que se almacenan los ingredientes es un factor clave en este aspecto.
Dejar la comida a temperatura ambiente durante un período prolongado puede ser riesgoso. Esto se debe a que dicho ambiente crea las condiciones ideales para el crecimiento de bacterias y otros microorganismos que pueden desencadenar enfermedades transmitidas por alimentos.
¿Cuál es el límite seguro?
La regla general es que los alimentos no deben dejarse a temperatura ambiente por más de dos horas. Esto se debe a que la zona de “peligro” para el crecimiento bacteriano está entre los 4°C (40°F) y los 60°C (140°F). A esta temperatura, las bacterias pueden multiplicarse rápidamente, lo que aumenta el riesgo de intoxicación alimentaria. Sin embargo, en climas cálidos o en condiciones de alta humedad, este límite puede reducirse a tan solo una hora.
Hay varios factores que pueden influir en cuánto tiempo es seguro dejar los alimentos a temperatura ambiente:
Tipo de alimento: Algunos alimentos son más perecederos que otros. Los productos lácteos, la carne, el pescado y los platos cocinados son más susceptibles al deterioro bacteriano que los alimentos procesados o envasados.
Clima: La temperatura ambiente y la humedad pueden afectar la rapidez con que se multiplican las bacterias. En climas cálidos, los alimentos se dañan más rápido que en climas fríos.
Preparación previa: Los alimentos cocinados deben enfriarse rápidamente y almacenarse adecuadamente para evitar la proliferación de bacterias.
Envase y sellado: Los recetas almacenadas en envases herméticos o sellados tienen menos probabilidades de contaminarse que los alimentos expuestos al aire.
Evite que la comida se llene de bacterias
Antes de manipular cualquier alimento, es fundamental lavarse las manos minuciosamente con agua y jabón. Además, es importante lavar cuidadosamente todos los utensilios de cocina, tablas de cortar y superficies de trabajo que entren en contacto con los alimentos.
Es esencial evitar la contaminación cruzada entre alimentos crudos y cocidos. Utilice tablas de cortar diferentes y utensilios separados para manipular carne cruda y alimentos cocidos. Almacenarlos también en áreas separadas en el refrigerador puede ayudar a prevenir la contaminación cruzada.
Siempre que sea posible, consuma los alimentos preparados lo antes posible después de cocinarlos. Evite dejar la comida a temperatura ambiente durante períodos prolongados.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de SEMANA.