La ingesta de carne es un hábito y una preferencia de muchas personas en su dieta diaria. Consumir este alimento forma parte de las tradiciones y por ello para una gran cantidad de familias en sus platos no debe faltar una porción.

Esto a pesar de que en torno al consumo de carne roja, se ha generado mucha controversia, pues hay análisis que indican que consumir este tipo de proteína en exceso, por ejemplo, puede ocasionar complicaciones de salud. Según el instituto de investigación Mayo Clinic, hay análisis científicos que muestran que las personas que consumen carne roja corren un mayor riesgo de morir debido a una enfermedad cardíaca, un accidente cerebrovascular o diabetes, situación que también se presenta con las carnes procesadas.

Alrededor de este tema, el cardiólogo Stephen Kopecuna en una publicación del Huffington Post indica que las sustancias que contiene naturalmente la carne roja causan inflamación e irritación en el organismo y si bien se trata de una irritación mínima, con el paso de los años se va acumulando y puede provocar diversos problemas de salud como daños en las paredes de las arterias que deriva en arteriosclerosis, riesgo de infarto y embolias.

La carne de cerdo tiene muchas propiedades, pero debe cocinarse bien para evitar afecciones de salud. | Foto: Getty Images

La importancia de la cocción

Aun así, este producto es determinante para muchos consumidores y, por ello, además de no exceder su consumo debe prestarse especial atención a la forma en la que se prepara, dependiendo del tipo de carne y el tiempo de cocción.

La carne de cerdo, junto con la de res y pollo son las más demandadas por grandes y chicos. Las recomendaciones de cocción específicamente en lo que tiene que ver con el cerdo son puntuales, pues para evitar que genere afectaciones de salud es importante que quede en el punto indicado.

Lo anterior debido a que de no cocinarse bien esta proteína puede causar una infección provocada por el parásito tenia, que no necesariamente provoca síntomas, pero en algunos casos sí genera dolor abdominal, diarrea, gases intestinales, heces blandas y antojos de comida salada.

Por tal razón, es importante cocinarla muy bien. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos indican que los cortes enteros de carne de cerdo y otros como la ternera se deben cocinar a 145 °F, luego dejar reposar durante tres minutos antes de cortar o comer.

La carne de cerdo puede prepararse de diferentes maneras. | Foto: Getty Images

Cuando se trata de carne hervida, la Asociación de Porcicultores de Ecuador indica que esta carne debe cocinarse a 70°C de temperatura interna durante 30 minutos por cada 500 gramos de carne. Es decir, si se trata de un corte de un kilogramo de peso, el tiempo de cocción será de, al menos, una hora.

Cuando es carne de cerdo al horno, los expertos sugieren una cocción de una hora por cada kilo. Este es un método de cocción en medio seco que logra dos resultados básicos: hornear y asar. Preparar el cerdo al horno es un proceso que puede tomar bastante tiempo, pero garantiza que el alimento quede perfectamente cocido y que no pierda humedad.

Por último, antes de hacer uso de este alimento, los CDC sugieren limpiar y desinfectar los refrigeradores donde se almacena. Asimismo, se debe tener presente la fecha de fabricación y de vencimiento antes de su consumo. Pero señalan que no es conveniente lavar la carne de cerdo porque de estar infectada los microorganismos como las bacterias se pueden esparcir y contaminar otros alimentos.

La carne de cerdo es una buena laternativa de brindarle al cuerpo porteínas. | Foto: Getty Images