La purificación del agua es un tema de vital importancia para la salud pública, especialmente en regiones donde el acceso al líquido potable es limitado. Hervir el agua es una de las técnicas más simples y efectivas para eliminar microorganismos patógenos, como bacterias, virus y protozoos, que pueden causar enfermedades. Sin embargo, surge la pregunta: ¿cuánto tiempo debe hervir el agua para purificarla adecuadamente?
Según las recomendaciones de organismos de salud, hervir el agua durante al menos un minuto es suficiente para purificarla. Este tiempo se basa en la capacidad del agua a altas temperaturas para inactivar la mayoría de los patógenos.
Sin embargo, en altitudes superiores a los 2.000 metros sobre el nivel del mar, se sugiere hervir el agua durante al menos tres minutos, ya que el punto de ebullición del agua disminuye con la altitud, lo que puede hacer que los microorganismos no sean eliminados eficazmente.
El proceso de ebullición es efectivo porque el calor intenso no solo mata bacterias y virus, sino que también inactiva protozoos como Giardia y Cryptosporidium, que son responsables de infecciones gastrointestinales. A pesar de su simplicidad, es crucial seguir esta práctica adecuadamente, puesto que no todos los métodos de purificación son igualmente efectivos.
Es importante mencionar que la ebullición del agua no elimina contaminantes químicos o metales pesados. Por lo tanto, si el agua está contaminada con estas sustancias, hervirla no será suficiente. En tales casos, es recomendable usar sistemas de filtración adecuados o tratamientos adicionales para asegurar que el agua sea segura para el consumo.
Además, hervir el agua puede tener ciertos efectos en su sabor y olor. Algunas personas encuentran que el agua hervida puede tener un sabor “plano” debido a la eliminación de gases disueltos, como el oxígeno. Para mejorar el sabor, se puede airear el agua después de hervirla, vertiéndola de un recipiente a otro varias veces, lo que ayuda a reintroducir el oxígeno y mejorar su palatabilidad.
En situaciones de emergencia, como desastres naturales o brotes de enfermedades transmitidas por el agua, el hervido se convierte en una solución inmediata y accesible. Muchas comunidades alrededor del mundo han adoptado esta práctica como un método de emergencia para garantizar que tengan acceso a agua potable segura. La simplicidad y la efectividad de hervir el agua hacen que esta técnica sea una herramienta invaluable en la lucha contra enfermedades transmitidas por el agua.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de Semana.