Las orquídeas son plantas que desde la antigüedad han sido muy apreciadas y destacan por sus coloridas y hermosas flores. Se trata de una mata que se considera ideal para tener en casa porque, según la filosofía china del Feng Shui se relaciona con buena suerte, además de generar buenas energías.
El portal de estilo de vida unCOMO indica que esta planta es símbolo de fertilidad, abundancia, crecimiento espiritual, pureza y perfección.
Para atraer la buena energía, prosperidad y dinero, las orquídeas deben ubicarse en lugares estratégicos de la casa. Por ejemplo, se dice que si se colocan cerca de la entrada atraerá energía positiva. Lo ideal es que sea en espacio semi iluminado, en el que no la toque directamente la luz del sol, pero que sea suficiente para que sobreviva y se mantenga en una buena condición.
Si lo que se quiere es atraer riqueza y prosperidad, según el Feng Shui, lo ideal es ponerla en la cocina del lado sureste. Si se pone en el comedor, es bueno para equilibrar y purificar el ambiente. Otra zona estratégica para colocar la orquídea es la sala y el comedor; en este caso, además de ser muy decorativa, es buena para atraer abundancia.
Pero, además del lugar en el que se ubique, el color de la flor también es importante. La revista Architectural Digest indica que si lo que se quiere es atraer riqueza y una buena condición financiera al hogar, se deben usar orquídeas de tono morado.
Significado por colores
El significado de otros colores según el portal El Mueble es el siguiente:
- Azul: Se asocia con el perdón y por ello es ideal para pedir disculpas.
- Rosa: es una declaración de amor que puede ser pasional o maternal.
- Amarilla y roja: simbolizan la pasión.
De acuerdo con esta fuente, es importante asegurarse de que las orquídeas no obstruyan el flujo de energía en el espacio y por ello se debe evitar colocarlas en pasillos estrechos o en áreas muy congestionadas.
¿Cómo regar una orquídea?
El Mueble indica que la orquídea es amante del agua pero es importante saber cómo regarla. Es una planta que necesita este líquido para florecer, pero hay que evitar que se encharque. Para ello, hay que mantener la tierra con un punto de humedad, y regarla solo cuando se vea que el sustrato comienza a secarse. La recomendación es que el agua esté a temperatura ambiente.
En cuanto al riego en otoño-invierno, lo ideal es realizar este proceso cada dos semanas. En primavera-verano, se puede aumentar a dos veces por semana. Aunque se puede modificar la frecuencia en función de cuál es la condición de la tierra.