El Día de las Velitas, celebrado cada 7 de diciembre en Colombia, es una de las tradiciones más queridas y significativas del país. Esta festividad religiosa y cultural conmemora la Inmaculada Concepción de la Virgen María, y su celebración se caracteriza por el encendido de velas y faroles en calles, plazas y hogares.

Las luces, que adornan tanto las ciudades como los pequeños pueblos, no solo iluminan la noche, sino que también simbolizan la fe, la esperanza y la unión de las familias y las comunidades. Aunque el acto de encender las velas tiene un fuerte componente espiritual, muchas personas se preguntan: ¿cuál es la hora perfecta para hacerlo? Este detalle, aparentemente sencillo, tiene una profunda carga simbólica y práctica que influye en cómo se vive esta hermosa tradición.

Las velitas son el inicio de las festividades decembrinas. | Foto: Getty Images

El momento en que se encienden las velitas está vinculado no solo con la costumbre religiosa, sino también con el simbolismo de la luz y la oscuridad. En este contexto, la hora ideal para encender las velas es justo al atardecer o al comienzo de la noche, cuando la luz del día comienza a desvanecerse y la oscuridad hace que las velas resalten con todo su esplendor. Esta sincronización con la caída del sol refuerza el mensaje central de la festividad: la luz como símbolo de esperanza y fe.

Al caer la tarde, las velas no solo iluminan físicamente el espacio, sino que también representan un acto de devoción, una oración colectiva por la paz y la protección, especialmente en las comunidades religiosas.

La importancia de la hora para encender las velitas

Aunque el Día de las Velitas no establece una hora exacta para encender las velas, la tradición ha señalado ciertos momentos del día que tienen un especial simbolismo. Para muchos, la hora en que se encienden las velitas es parte de la magia de esta celebración, pues se busca que el momento coincida con el atardecer o el inicio de la noche, cuando la oscuridad comienza a cubrir el cielo y la luz de las velas resalta con mayor intensidad.

Esto no solo potencia el efecto visual de las luces, sino que también resalta su simbolismo de “luz en la oscuridad”, un mensaje central de la festividad.

Día de las Velitas. | Foto: Getty Images

El atardecer y el inicio de la noche: el momento perfecto

En general, la hora más adecuada para encender las velitas en el Día de las Velitas es alrededor del atardecer o poco antes del anochecer. En Colombia, debido a su ubicación geográfica, el sol suele ponerse entre las 5:30 y las 6:30 p.m. dependiendo de la región y la época del año. Es en este momento cuando el cielo comienza a oscurecerse, pero todavía hay suficiente luz para que las velas se aprecien con claridad.

Encender las velas a esta hora tiene un componente ritual, ya que simboliza el paso de la luz del día a la luz de la noche, como si se estuviera recibiendo la luz espiritual que la Virgen María representa.

Este momento también es propicio porque la comunidad comienza a reunirse, las familias se agrupan para encender las velas en sus hogares y las calles empiezan a llenarse de gente. Los niños, en particular, disfrutan de la tarea de encender las velitas y colocar los faroles, mientras los adultos se encargan de organizar la distribución de las luces.

A medida que la oscuridad se instala, las velas iluminan las casas y los caminos, creando una atmósfera mágica y de unidad. Por eso, la hora del atardecer se ha convertido en un momento simbólico que no solo resalta la belleza de la tradición, sino que también facilita el encendido de las velas con el ambiente adecuado.

En el Día de las Velitas en Colombia, se prenden velas de colores a las afueras de las casas. | Foto: Getty Images

*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de Semana.