Diciembre es de los meses más esperados en el año. Esto porque se celebran festividades tradicionales como Día de las Velitas, Navidad y Año Nuevo.
Mientras llega cada fecha de celebración, entre las prácticas que muchas personas hacen puntea la de armar el árbol de Navidad.
De acuerdo con National Geographic, el origen histórico del árbol de Navidad data del centro de Alemania, en el siglo VIII, donde hubo “un roble consagrado a Thor en la región de Hesse”. A este árbol, en cada solsticio de invierno, se le ofrecía un sacrificio.
Con el tiempo, se adoptó la idea de que en los hogares hubiese un árbol de Navidad, que actualmente ya no tiene que ser roble, sino que puede ser de los que comercializan en material sintético. A estos artefactos se les ponen varias decoraciones, como guirnaldas, bolas, flores, peluches, luces, una estrella en la punta, etc.
Sin embargo, lo anterior no es lo único en relación con la instalación y decoración del árbol de Navidad, pues las creencias y culturas populares también han asociado a ciertas plantas para ponerlas en el famoso objeto navideño, bajo la percepción de que, con ello, se atrae la buena suerte.
Precisamente, una de las plantas que se puede poner en el árbol de Navidad es el laurel, cuyo uso va desde el arte culinario hasta los rituales esotéricos.
Laurel en el árbol de Navidad
El laurel es una planta aromática que, por lo general, se utiliza con el tomillo para preparar comidas. No obstante, con la llegada de diciembre, a esta se le da otra significación, que se asocia con la prosperidad, la abundancia y, por supuesto, la buena suerte.
Según la organización internacional Biblioteca Nueva Acrópolis, el laurel es símbolo de protección, un arbusto que fue consagrado a Apolo para ser victorioso y obtener valentía.
“En Roma, emperadores, guerreros, deportistas y poetas eran coronados con laurel para representar la victoria, el triunfo y la grandeza”, consignan los recolectores de datos históricos.
En vista del poder simbólico con el que se relaciona el laurel, en Navidad no se deja atrás y, por eso, se sostiene el imaginario de que la planta puede ubicarse de determinada forma en el árbol navideño, puesto que así se atrae la buena suerte.
¿Dónde poner la hoja de laurel en el árbol de Navidad?
Teniendo en cuenta datos de El Cronista, poner la hoja de laurel en el árbol de Navidad atrae la fortuna y la abundancia.
Entonces, para cumplir la tarea, tan solo hay que ubicar una o dos hojas secas de la planta debajo del árbol navideño. En efecto, “se invoca la prosperidad y el ambiente hogareño comienza a inundarse de buenas vibraciones”.
Sumado a lo anterior, existen otras formas de poner el laurel en el árbol de Navidad. Por ejemplo, se puede introducir la planta en una esfera transparente para colgar o, incluso, mandar a fabricar uno de estos artefactos con la imagen impresa de una corona de laureles.
En adición, otra alternativa es con la ayuda de un frasco, donde se le introducen varias hojas de laurel y se pone cerca al árbol de Navidad.
Sea cual sea la opción que se elija, que puede ser una o todas las enunciadas anteriormente, la técnica milenaria del Feng Shui añade que lo que más importa para atraer la buena suerte es que el árbol de Navidad esté organizado y que cada decoración que tenga sea intencionada con amor.