Son muchas las plantas que son utilizadas para llevar a cabo todo tipo de rituales en el Feng Shui, antiguo sistema filosófico chino de origen taoísta basado en la ocupación consciente y armónica del espacio, con el fin de lograr de este una influencia positiva sobre las personas que lo ocupan.

Una de las opciones para generar un espacio de armonía es la planta de la felicidad. Se trata de una hierba ideal para llenar la casa de buenas energías, permitiendo que la prosperidad fluya en abundancia, tanto en el interior del hogar como en la vida de cada persona.

Tener estas plantas en casa requiere de muchos cuidados. | Foto: Getty Images

La planta de la felicidad, también conocida como palo de brasil o palo de agua, es considerada como un elemento que permite transformar el interior de la vivienda, a través de un impulso energético bastante positivo, siendo ideal para las personas que allí conviven.

Esta curiosa planta requiere de unos cuidados especiales para mantenerse saludable. | Foto: Getty Images

Otro de los usos que tiene esta planta es que puede ser considerada como amuleto para atraer la suerte, la abundancia y la provisión para el hogar. La planta de la felicidad tiene una imagen bastante fresca, ya que sus hojas son largas y de color verde, mientras que su tallo es alto de un tono más o menos café.

El palo de brasil puede ponerse en la oficina, el negocio o la casa. | Foto: Getty Images

Gracias a todas estas características que posee la planta dentro de la tradición china del Feng Shui, los términos de felicidad y prosperidad, se convierten en dos motivos por los que la mayoría de las personas suelen colocarlas dentro del hogar.

En relación con el riego, el palo de Brasil no necesita mucha agua, aunque el sustrato debe permanecer en todo momento húmedo. Lo recomendable es regarla un par de veces por semana. Un punto clave es que si las hojas se oscurecen y empiezan a caer, es probable que la planta necesite algo más de riego.

La mejor época para reproducir esta planta es durante la primavera o el otoño. Los expertos en jardinería aconsejan trasplantarla cada dos años para que pueda crecer sin problemas. Es importante no dejar de añadir fertilizante para que pueda obtener los nutrientes que requiere para mantenerse en una buena condición.