El romero es un arbusto aromático procedente de las costas rocosas del Mediterráneo y del Cáucaso.

Esta planta es utilizada desde épocas antiguas como condimento y con fines medicinales, teniendo en cuenta las múltiples propiedades que le atribuyen.

No obstante, esta planta fue utilizada como una planta mágica para combatir la brujería, el mal ojo o quitar la envidia, así como purificar el ambiente de enfermedades.

En cuanto a los activos del romero, los expertos en plantas recuerdan que se concentran en las hojas y, en ocasiones, en las flores.

Lo que significa cuando florece un romero. | Foto: Getty Images

En tal sentido, para que el romero se mantenga en buen estado y por ende florezca, este se debe ubicar en un espacio que le dé luz directa del sol, pero que no quede expuesto al viento. Así mismo, se debe tener en cuenta que esta planta se debe plantar en terrenos secos, no muy regados.

De tal modo, es clave que al momento del riego, esta planta no quede empapada con charcos, puesto que el romero no tolera mucho la humedad.

Afirman que las mayores temporada en la que el romero necesita agua, es durante el crecimiento y la floración.

La floración del romero, que generalmente ocurre en primavera o principios del verano, es un evento que transforma la planta, añadiendo un toque de color y fragancia adicional a su presencia.

Las flores de romero son pequeñas y de tonalidades que van desde el blanco hasta el violeta, dependiendo de la variedad de la planta. Este cambio inesperado en la apariencia del romero no solo agrega belleza al jardín, sino que también despierta la curiosidad sobre el significado detrás de este proceso botánico.

El romero es una de las plantas más recomendadas para fortalecer el cabello y cubrir las canas. | Foto: Getty Images

La floración del romero ha sido fuente de simbolismo en diversas culturas a lo largo de la historia. En la mitología griega, se asociaba el romero con Afrodita, la diosa del amor y la belleza, lo que hacía que la floración del romero fuera un símbolo de amor y devoción.

En la tradición cristiana, el romero ha sido vinculado a la Virgen María. La leyenda sostiene que María, durante la huida a Egipto con el niño Jesús, extendió su manto sobre un arbusto de romero, dándole sus flores azules. Desde entonces, el romero ha llevado consigo un simbolismo de protección y bendición.

En el ámbito espiritual, diversas culturas han considerado al romero como un símbolo de purificación y renovación. La floración del romero puede interpretarse como un renacimiento, un momento en el que la planta se eleva más allá de su utilidad culinaria y medicinal para ofrecer un recordatorio simbólico de la vida en constante cambio.

Manojo de romero. | Foto: Getty Images