Los girasoles destacan por su belleza y durante cientos de años se les ha reconocido por ser flores majestuosas, que tienen un comportamiento muy particular. Se trata de plantas que requieren de una exposición solar adecuada para su crecimiento y por ello es importante elegir un lugar en el jardín, terraza o patio en donde reciba la mayor cantidad de luz solar posible y que sea suficientemente ancho para permitir su desarrollo.
De igual forma, de acuerdo con el portal El Mueble, se deben plantar en un suelo bien drenado que no sea propenso a encharcarse con el agua y que sea ligeramente arenoso y fértil. Otra de las recomendaciones, es ubicar los girasoles en un lugar protegido de vientos fuertes y deben estar orientados hacia el este para que cuando se vaya el sol hacia el oeste hayan aprovechado toda la luz posible.
Si bien estas son plantas que es mejor tenerlas en exteriores, también pueden plantarse en espacios interiores, pero además de que les dé mucha luz, es importante saber en qué puntos ubicarlas para atraer cosas positivas, pues es una planta que se relaciona con buena energía.
La técnica china milenaria del feng shui recomienda colocar los girasoles en la zona sur de la vivienda y lo mejor es cortar los tallos en forma diagonal y cambiar el agua todos los días cuando se trata de los ramos. Ubicarlos de esta manera ayuda a equilibrar la energía de los lugares en los que se encuentren y brindan un toque de armonía a la decoración, precisa la revista Architectural Digest.
Además, la mencionada técnica indica que las flores de girasol son una representación de la positividad, vitalidad y longevidad; y tienen el poder de ayudar a las personas a iniciar nuevos ciclos, concretar proyectos, atraer abundancia y tener éxitos, por lo que poner estas flores en el mencionado punto es determinante para obtener sus beneficios.
Cuidados con los girasoles
Si bien son plantas fáciles de cuidar, se deben tener algunos cuidados para poder disfrutar siempre de su esplendor en el jardín o terraza. No obstante, siempre es mejor investigar sobre la variedad que se vaya a poner en la casa para así obtener los mejores resultados. Estos son algunos consejos de los expertos.
- Luz y ubicación: Los girasoles requieren de al menos seis a ocho horas de luz solar directa al día, por lo que es importante ubicarlos en un lugar soleado en el jardín o en un recipiente en el que reciban la máxima cantidad de luz solar posible. Además, se debe proteger del viento y de las heladas.
- Riego: Durante las primeras etapas de crecimiento, los girasoles requieren un riego regular para mantener el suelo ligeramente húmedo. Sin embargo, una vez que están establecidos, son resistentes a la sequía. Se debe evitar el exceso de riego, ya que el encharcamiento puede causar pudrición de las raíces.
- Poda: Esta no es una práctica común, puesto que su crecimiento natural y su belleza radican en sus tallos altos y sus flores. No obstante, en ciertas situaciones, la poda selectiva puede ser necesaria. A medida que las flores se marchitan es viable podarlas para mantener una apariencia estética y evitar que la planta destine energía a la producción de semillas.